Dentro de nuestro lenguaje político, esa palabra tiene un especial significado. Se comenzaban a manejar nombres cercana la fecha de la sucesión.
Se explica su utilización, cuando el candidato presidencial del PRI por el solo hecho de serlo, se sabía sería el Presidente de la República. Era así, no porque hubiera fraude o trampas, sino porque realmente ese candidato ganaba las elecciones.
De Pascual Ortiz Rubio, que fue el primer candidato de ese Partido a Ernesto Zedillo, no hay duda en su triunfo electoral, como tampoco de Enrique Peña Nieto. El único de esos políticos cuyo triunfo ha sido cuestionado es el Carlos Salinas de Gortari.
Volviendo al título de este artículo, probablemente se utilizaba desde antes, pero la primera referencia que tengo es que cuando era Presidente de la República Adolfo Ruiz Cortines, aparecía en los periódicos un anuncio con la imagen de una cara cubierta, que decía “el tapado fuma Delicados”
Ese anuncio, se publicaba con frecuencia, y fue una premonición periodística o se diría ahora, de mercadotecnia muy bien informada.
Efectivamente el tapado fumaba Delicados, era el entonces Secretario del Trabajo Adolfo López Mateos.
A propósito del licenciado López Mateos, recuerdo que el Almirante Ricardo Cházaro Lara me platicó, que siendo él Ayudante del Presidente Ruiz Cortines, presenció la siguiente escena en el Salón de Acuerdos de Palacio Nacional, que se ubicaba a la salida del despacho presidencial.
Pues bien, a la salida del despacho presidencial, y cuando López Mateos caminaba por el salón de acuerdos, salió de su despacho Ruiz Cortines, y le llamó para decirle: ” Señor Secretario, estoy enterado que le gusta a usted manejar su automóvil, procuré no hacerlo. Nada bueno sería que tuviera usted un problema de tránsito”
Cházaro terminó de platicarme ese diálogo, refiriéndome que el Secretario del Trabajo le dijo que atendería sus indicaciones.
Esa conversación fue a mediados de agosto de 1957. La Convocatoria para la celebración de la Asamblea Nacional del Partido, apareció el jueves 31 de octubre, dos meses después aproximadamente del diálogo mencionado.
En esa convocatoria, se precisaba que la misma sería los días 15, 16 y 17 de noviembre, y se realizaría para elegir al candidato presidencial.
El entonces Presidente del PRI, el General Agustín Olachea Avilés declaró que se habían enviado ejemplares suficientes de esa convocatoria a las oficinas del Partido en el interior de la República, para que se fueran conociendo las opiniones de los militantes sobre a quién consideraban debería ser candidato, e ir integrando las delegaciones que vendrían a México a esa asamblea.
El resultado se adelantó. El lunes cuatro de noviembre, cuando el Presidente de la República estaba en Hermosillo, el General Olachea declaró que las simpatías favorecían al Secretario del Trabajo.
En la Asamblea que se había programado, correspondió al entonces Oficial Mayor del Partido, Luis Echeverría, dar lectura al documento firmado por los dirigentes de los sectores del Partido que postulaba como candidato a la Presidencia de la República, al licenciado Adolfo López Mateos.