José Luis Camacho Acevedo.
En la peculiar ortodoxia que Andrés Manuel López Obrador ha impuesto a los miembros de su gabinete; a los pastores de las cámaras de diputados y senadores y a los dirigentes de todos los niveles de MORENA, el partido de su exclusiva propiedad, está claro que nadie se mueve sin antes tener la bendición del mandatario.
En lo relativo a los llamados presidenciables, nadie duda que las giras de Claudia Sheinbaum por Baja California y la más reciente en Quintana Roo (que por cierto las reuniones donde fue a dar su apoyo a la candidata a gobernadora Mara Lezama se caracterizaron por ser de plano desangeladas) la jefa de Gobierno de la CDMX tuvo que tener la anuencia de AMLO para realizar esas visitas de promoción electoral.
Al recién destapado, Adán Augusto López Hernández, no le fue muy bien en la visita que realizó a su natal Tabasco el fin de semana pasado. En el evento petrolero al que asistió el titular de Gobernación, muchos de los asistentes se quedaron callados cuando pronunciaron su nombre y no pocos se atrevieron a abuchearlo.
Y siguiendo las reglas de la mencionada ortodoxia política-sucesoria de AMLO, resultó una verdadera sorpresa que el presidente mandara a su secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, al estado de Hidalgo para dar apoyo al abanderado de MORENA como candidato a gobernador, Julio Menchaca Salazar.
Marcelo fue a una entidad donde existe una de las mejores operaciones electorales DE MORENA. Julio Menchaca es un candidato muy fuerte, tiene una gran organización en cada uno de los aspectos de su campaña y se le ve como el mejor de los seis candidatos DEL PARTIDO DEL PRESIDENTE que competirán por una gubernatura el próximo 5 de junio.
Todo ello, por supuesto, está en pleno conocimiento del jefe nato de MORENA.
El hecho de mandar a Marcelo Ebrard a un territorio ganador, con gran estructura de militancia, un lugar donde seguramente el titular de la SRE estaría en un ambiente triunfalista, para los avezados analistas políticos representó una especial distinción del presidente para Marcelo.
El Canciller se bañó de pueblo; pronunció un encendido discurso político en el que lo primero que hizo fue reconocerse orgulloso de pertenecer a un proyecto de cambio y de lucha contra la corrupción como el que encabeza López Orador.
Se cumplió el ritual que ya viene siendo costumbre en las formas de AMLO de alentar a sus precandidatos: la gente al escuchar el nombre de Marcelo Ebrard, de inmediato y con gran fuerza empezó a corear: Presidente! Presidente!.
Y como decía el sabio Don Jesús Reyes Heroles: en política nada es casual.
EN TIEMPO REAL.
1.- En su más reciente gira por Iztapalapa la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum prácticamente destapó como candidata a sucederla en el 2024 a Clara Brugada. Ello de plano no gustó a Martí Batres, quien sigue siendo el candidato de sí mismo. Aunque la cátedra apuesta a que la elegida será una consentida de AMLO. Nada Menos que Rosa Icela Rodríguez.
2.- En la Mañanera de ayer el presidente López Obrador dijo con respecto al caso del estudiante de la Universidad de Guanajuato asesinado por un elemento de la Guardia Nacional, que se tendrá que llegar hasta las últimas consecuencias. Y mandó un emotivo pésame a los padres del joven asesinado Ángel Yael Ignacio Rangel.
3.- Buen comienzo del frente PAN-PRI-PRD en su conferencia para anunciar las acciones de lo que será su contra reforma electoral. Van por una segunda vuelta en los comicios presidenciales y por una integración del INE sin que el gobierno actual meta las manos.