Durante las primeras semanas de aplicación de la vacuna contra COVID-19 en México, la Secretaría de Salud ha identificado a 110 personas con reacciones adversas, pero sólo cinco de estos casos necesitaron hospitalización temporal para atender las secuelas, mientras que los demás fueron leves y sistemáticos, pues presentaron síntomas como fiebre.
Así lo dio a conocer Ruy López Riadura, director general del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece) en entrevista con el diario Milenio, en donde también detalló que el único caso que se mantiene bajo investigación es el de la médica coahuilense de 32 años que estuvo en terapia intensiva tras la aplicación.
En este sentido dijo que el 6 de enero tendrá una reunión con un grupo de expertos para determinar las características que desembocaron en las reacciones como erupción cutánea, crisis convulsivas, disminución de la fuerza y complicación para respirar.
Asimismo, destacó que la investigación en torno a este caso tomará más tiempo y en ella intentarán desentrañar los efectos de la vacuna sobre la profesional de la salud, pues “de que hubo una reacción alérgica, la hubo”, confirmó el funcionario. Además, señaló que la médica internista se reporta como estable.
Por su parte, durante la conferencia de prensa vespertina, el director de Prestaciones Médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Víctor Hugo Borja Aburto, también confirmó que los efectos se dieron por una reacción alérgica al antígeno, pero detalló que la encefalomielitis aguda es un efecto que continúa bajo estudio.
“El primer síntoma fue 20 minutos después de recibir la dosis de la vacuna de Pfizer contra la COVID, fue la inflamación de lengua, labios y salpullido en el cuello y pecho, lo cual se trató inmediatamente con medicamento contra las alergias”, señaló el funcionario.
Si bien mostró mejoría y volvió a su trabajo, más tarde tuvo un cuadro de convulsiones. Fue cuando ella reportó su alergia a las sulfas, “que están presentes en algunos antibióticos”. Sin embargo, comentó que hasta este hecho no se había detectado una reacción como la que llevó a estos eventos de convulsión o encefalitis, por lo que todavía no pueden confirmar que eso haya sido consecuencia de una alergia.
La encefalomielitis, diagnóstico inicial de la Secretaría de Salud para la doctora Karla Cecilia Pérez Osorio, implica una inflamación de la médula espinal que está relacionada, en algunos casos, con infecciones virales fuertes. Aunque este síntoma puede ser causado por una larga lista de enfermedades pre existentes.
Al respecto, Borja Aburto informó que la mujer que trabaja en Monclova, Coahuila, padeció de COVID-19 en abril del 2020 y posteriormente había reportado otra infección respiratoria aguada, la cual, posiblemente, estuvo relacionada con este mismo evento.
Otro de los casos de reacción adversa a la vacuna que informó el IMSS fue el de una especialista del Hospital General de Zona No.1, quien presentó dolor de cabeza intenso, mareo y dificultad para respirar y pasar alimentos. No obstante, estos síntomas, aunque graves, pudieron ser tratados con la aplicación de un antihistamínico.
Durante estos días, la vacuna contra COVID-19 en México ha tenido momentos nebulosos, pero la aplicación entre la población continúa y ya se dio otro paso para hacer llegar más dosis al país, pues la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), aprobó el uso de emergencia del antídoto desarrollado por AstraZeneca.
Así lo anunció en canciller, Marcelo Ebrard, quien recordó que este medicamento se envasará en México y desde este territorio será distribuido a Latinoamérica. Con la aprobación de AstraZeneca, son dos las vacunas que hasta el momento se podrán emplear en el país en la lucha contra el coronavirus.