José Luis Camacho Acevedo.
La candidata de Morena al gobierno de Veracruz, Rocío Nahle García, sigue sin ser aceptada por una importante franja de electores de la entidad a raíz de su origen zacatecano.
Ese rechazo lo ha sorteado la ex secretaria de energía a través de disputas legales, mediáticas y sobre todo, amparándose en el apoyo de las maquinarias del gobierno del estado que “comanda” el impresentable Cuitláhuac García y, también, del poderoso aparato del gobierno federal.
Pero las asignaturas pendientes de Rocío siguen siendo muy relevantes. Y tienen un impacto y una notabilidad nacional que los veracruzanos han tomado como argumentos de sólida protesta por el hecho de que puede gobernarlos una política que no cumplió a satisfacción su encargo en la Secretaría de Energía.
El principal reclamo nacional a Rocío Nahle es el fraude que se ha cometido en la construcción de la refinería de Dos Bocas.
Ese elefante blanco, inaugurado varias veces, no ha dado hasta la fecha ningún resultado práctico, es decir, producir combustibles para que México logre apenas una autosuficiencia energética.
En el año de 2022 El financiero consignaba:
“A una semana de la gran inauguración de Dos Bocas, el proyecto insignia de refinería de petróleo del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, los costos se han disparado fuera de control hasta alcanzar los 18 mil millones de dólares, más del doble del presupuesto original.
El valor de los contratos para obras de construcción hasta 2024 firmados por la Secretaría de Energía (Sener) de México aumentó a más de 14 mil millones de dólares en mayo, y es probable que el monto final oscile entre los 16 mil millones de dólares y 18 mil millones de dólares, según personas con conocimiento del tema, quienes solicitaron no ser identificadas porque no están autorizadas a hablar públicamente sobre el proyecto de Petróleos Mexicanos (Pemex).”
A la fecha el costo de Dos Bocas rebasa casi en tres tantos lo que se estimó como presupuesto inicial y está por rebasar los 18 mil millones de dólares.
Una “administradora” con los créditos tan negros que trae Rocío Nahle del proyecto de Dos Bocas que manejó por más de cinco años, tiempo en el que se realizaron contratos y compras que nuestras investigaciones en organismos como Compranet muestran una gran opacidad, no le augura a Veracruz, en el remoto caso de que ella logre el milagro de vencer al adelantado José Yunes, un gobierno de crecimiento, transparencia y destierro de la corrupción.
José Yunes avanza por sus propuestas que los veracruzanos están considerando como las necesarias para rescatar a la entidad del rezago que vive.
Poco tendremos que vivir para conocer el incierto destino que se cierne sobre Veracruz si su siguiente gobernadora es Rocío Nahle.
EN TIEMPO REAL.
1.- Lía Limón, controvertida alcaldesa de Álvaro Obregón, se quiso sacar la foto publicitaria en el accidente ocurrido en la construcción del Tren Interurbano México-Toluca, toda vez que el percance ocurrió en los límites de la mencionada alcaldía. Es la primera vez que Lía Limón se aparece en esa parte de la alcaldía. Oportunismo puro.
2.- La candidata de Morena al gobierno de Guanajuato, Alma Alcaraz, le respondió al gobernador panista Diego Rodríguez Vallejo, a su dicho de que Morena postulaba candidatos desconocidos, diciéndole que el PAN se dedica a postular a candidatos corruptos, tal y como sucede en la alcaldía de Guanajuato donde la aspirante Samantha Smith, carga cpn el desprestigio de gran corrupción de su esposo Alejandro Navarro.
3.- En Yucatán sigue viento en popa la candidatura al gobierno estatal de Renán Barrera. Los esfuerzos que hacen Joaquín el Huacho, Díaz y su equipo, que en gran medida descansa en la gastada estructura de Jorge Carlos Marín, no han rendido los frutos que esperaban. Solo un milagro haría que el gobierno de Yucatán pasara a manos de Morena.