El gas natural representa un desafío para la autosuficiencia energética de México, de acuerdo con un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), pues el país importa de Estados Unidos hasta 90 por ciento de la demanda de combustible.
La creciente dependencia del gas importado de Estados Unidos ha causado preocupación entre analistas y círculos oficiales por los riesgos y consecuencias de un choque de precios o de una interrupción del suministro, indicó el análisis El gas natural en México.
Los autores recordaron que en febrero del año pasado, cuando se cortó el suministro del energético hacia México como consecuencia de una tormenta invernal en Texas, el país vivió una crisis con la interrupción de electricidad y un mayor costo por la compra de gas licuado a otros proveedores.
El estudio refiere que con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el gobierno de México –en ese entonces encabezado por Carlos Salinas de Gortari– aceptó y promovió una política de importaciones de gas natural, para lo cual estableció un entramado legal, regulatorio, normativo e institucional alrededor de las importaciones como vía para abrir el sector a particulares, crear competencia y acotar el monopolio, lo cual continuó con la reforma impulsada por Enrique Peña Nieto, que creó un mercado abierto.