Un atroz crimen ocurrido en la localidad de Engativá, Bogotá, ha conmocionado a Colombia y al mundo. Darwin Felipe Beltrán, un hombre identificado como paciente psiquiátrico, asesinó brutalmente a sus dos hijos, Santi Esteban (4 años) y Susan Camila (7 años), presuntamente como represalia tras descubrir una supuesta infidelidad de su esposa.

El escalofriante hecho se registró la tarde del lunes 28 de octubre en una vivienda ubicada en la carrera 69 B#75-86. Vecinos alarmados por una fuerte riña y aterrados al presenciar cómo el sujeto exhibía el cuerpo de uno de los menores por la ventana, alertaron a las autoridades, quienes al llegar al lugar descubrieron la horrorosa escena.

El crimen que paralizó a Engativá

Al ingresar al domicilio, los agentes encontraron los cuerpos sin vida de los dos menores. Según los reportes preliminares, Darwin Felipe golpeó a los niños y los atacó con un arma blanca, mientras la madre de los pequeños presenciaba impotente el acto desde otra habitación.

El comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, Pedro Saavedra, informó que el hombre fue detenido en el lugar, no sin antes ser agredido por los vecinos, quienes intentaron lincharlo mientras lo trasladaban. Entre gritos de “¡monstruo!” y “¡asesino!”, los residentes manifestaron su indignación ante lo ocurrido.

Motivaciones y antecedentes

Durante su detención, Darwin Felipe Beltrán declaró que actuó en venganza tras descubrir una supuesta infidelidad de su pareja. Sin embargo, las autoridades confirmaron que el hombre es paciente psiquiátrico y recientemente había faltado a su cita de control, lo que podría haber influido en su comportamiento.

Se cree que la falta de medicación fue un factor determinante en este acto de violencia, que no solo dejó a dos menores sin vida, sino que desnudó un profundo problema de salud mental no atendido.

Aceptación de culpabilidad y posibles condenas

Horas después de su captura, Darwin Felipe aceptó su responsabilidad en el doble homicidio. Ahora enfrenta cargos que podrían derivar en una pena de hasta 50 años de prisión. Su situación jurídica está en proceso de determinación por parte de las autoridades colombianas.

Por otro lado, la madre de los pequeños, quien también fue agredida físicamente antes del asesinato de sus hijos, permanece bajo atención psicológica debido a la gravedad del trauma sufrido.

Un problema recurrente en Colombia

El asesinato de Santi Esteban y Susan Camila se suma a otros casos recientes de violencia contra menores en Colombia, como los asesinatos de Sofía Delgado y Alexis Delgado en hechos separados. Ambos crímenes también conmocionaron al país y han reavivado el debate sobre la imposición de penas más severas, como la cadena perpetua o incluso la pena de muerte, para quienes cometan delitos atroces contra menores.

A pesar de las demandas sociales, el gobierno colombiano no ha avanzado en la formalización de estas propuestas, lo que genera un creciente sentimiento de indignación y frustración en la ciudadanía.

Reacciones de la comunidad y el impacto en la sociedad

Vecinos de Engativá expresaron su consternación por el crimen, señalando que nunca habían visto señales de violencia en la familia. Sin embargo, el incidente ha desatado una discusión nacional sobre la necesidad de fortalecer los controles en el sistema de salud mental y garantizar una mayor protección para las víctimas de violencia intrafamiliar.

“Esto no debería pasar nunca. Ni aquí ni en ningún lado”, afirmó uno de los residentes, quien presenció la detención del agresor.

Mientras tanto, en redes sociales, usuarios han manifestado su indignación con llamados a endurecer las penas para estos crímenes, al tiempo que exigen una mayor intervención estatal para prevenir tragedias como esta.