Los gobierno de la zona euro encaran semanas clave para definir los pasos que deberán seguir las haciendas de cada país. El Eurogrupo deberá acordar en marzo la orientación fiscal de los socios de la moneda única, que marcará cómo será el retorno a la disciplina fiscal y profundizará en el debate en curso sobre la reforma de las reglas fiscales.
La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, trasladó este lunes en Madrid al presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe, la necesidad de fijar “sendas de reducción del déficit y la deuda” que estén “adaptadas a cada país”. El también ministro de Finanzas irlandés, perteneciente a la misma familia del PP español, quiso “reconocer” la reforma laboral aprobada por el Congreso porque, su juicio, “contribuirá a la recuperación” y las evaluaciones “muy positivas” que ha recibido el plan de recuperación español de la Comisión Europea.
Irlanda celebra este año el centenario de una de las mayores aportaciones del país a la cultura europea: el Ulises de James Joyce. Y si bien se antoja complicado hallar un vínculo entre la obra maestra de Joyce y las materias que están encima de la mesa de los ministros –”es difícil saber sus puntos de vista sobre las reglas fiscales”, ironizó Donohoe–, el presidente del Eurogrupo, conocido por su pasión por la lectura, resaltó el tiempo que Joyce residió fuera de Irlanda: en Londres, Trieste, Roma, Zúrich o París. Y cómo desde allí, desde un marco europeo, retrató la identidad y la cultura irlandesa. A esa visión europeísta apelaron una vez más los ministros para afrontar el apasionado debate de las sacrosantas reglas fiscales. Calviño pidió, de hecho, evitar caer en las “trincheras” del pasado.
La Comisión Europea deberá poner sobre la mesa en breve su propuesta para 2023 sobre si los países deben volver o no al corsé de las reglas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Calviño aprovechó el viaje de Donohoe a España para trasladarle su posición. “España apoya una agenda realista y pragmática”, afirmó la también ministra de Asuntos Económicos en una rueda de prensa conjunta con el irlandés. La vicepresidenta recordó que, después del fuerte golpe que supuso la pandemia, los gobiernos tuvieron que incurrir en elevados volúmenes de deuda respecto al PIB. En España, esta pasó del 95% de 2019 al 121% del tercer trimestre de 2021. Calviño pidió que la senda que se fije para ir drenando esa deuda no ponga en riesgo el crecimiento ni asfixie las inversiones.