La iniciativa de reforma al sector eléctrico que comenzará a discutirse en el Congreso resta competitividad a México, pone en riesgo el combate al cambio climático y vulnera las condiciones para la inversión, tanto por la incertidumbre jurídica como por el retroceso en los procesos productivos a partir de combustibles fósiles, motivo suficiente para reconsiderar la expansión de las operaciones de las empresas internacionales en el país.
El Consejo Ejecutivo de Empresas Globales (CEEG) advirtió que “la utilización de combustibles contaminantes como el diésel, el combustóleo y el carbón representa un retroceso a los acuerdos internacionales de los que México históricamente ha formado parte y que hacen necesario reconsiderar seriamente la expansión de las operaciones de las compañías que integran al CEEG”.
El organismo que representa a 56 empresas globales asentadas en México, responsables de más del 40 por ciento de la Inversión Extranjera Directa (IED), afirmó que “no es justificable, en ningún sentido, utilizar combustóleo en la generación de electricidad como resultado de una ineficiente capacidad de refinación, ni sostenible utilizar recursos naturales peligrosamente contaminantes para dicho fin”.
En un posicionamiento, el organismo que preside Alberto de la Torre, invitó al Gobierno de México “a reconsiderar su posición sobre la iniciativa de reforma a la industria eléctrica”, pues existe preocupación en caso de aprobarse, por sus efectos “profundos” para la competitividad del país en el corto y largo plazos, ya que incrementaría los costos de las tarifas eléctricas, tanto de familias como empresas, y limitaría el acceso a energía asequible, segura, sostenible y suficiente.