El gobierno de Estados Unidos ordenó a China cerrar su consulado en la ciudad de Houston, Texas, señalando que la sede diplomática pone en riesgo “la propiedad intelectual y la información privada de estadounidenses”, un acto que incrementa las tensiones entre las dos grandes potencias del mundo.
Morgan Ortagus, vocera del Departamento de Estado, señaló que la Convención de Viena es clara en sus reglas y exige a personal diplomático de países extranjeros “respetar las leyes y reglas del país anfitrión”, y “no interferir en los asuntos internos de ese Estado”, algo que no China no estaba cumpliendo, según la acusación.
De acuerdo con la prensa local, el Departamento de Bomberos de Houston fue avisado de la presencia de humo en un patio de la sede diplomática poco después del anuncio del cierre, pero no obtuvo permiso para ingresar a la propiedad, técnicamente territorio chino según las leyes internacionales.
Testigos aseguran que el humo se debía a que el personal estaba quemando documentos en botes de basura, en preparación para el desalojo del consulado que, según la orden estadounidense, debe cumplirse a más tardar a las 4 de la tarde (hora local) de este viernes 24 de julio.