La orquestación de una decena de columnistas y editores vinculados a Carlos Salinas de Gortari –rebautizado por Porfirio Muñoz Ledo como Homúnculo criminoide– para responsabilizar al presidente Andrés Manuel de un hipotético magnicidio en contra de Xóchitl Gálvez, la inflada precandidata presidencial que no levanta vuelo por más ruido mediático que se le invierte y desfiguros que hace–, provocó que en dos mañaneras fuera desmontada lo que parecía una estrategia desesperada, “producto de un coraje exacerbado, en virtud de que no han podido detener la transformación”, como explicó el destinatario de Palacio que la denomina campaña negra.
Está por verse el alcance verdadero de los textos de los desprestigiados y veteranos mercenarios del comentario, mas no pueden medirse sólo porque “son cinco”, como asegura Ciro Gómez, porque sería tanto como asegurar que el condenable atentado de que fue víctima no importa mucho porque salió ileso o debido a que se trata de un caso entre un centenar de famosos. Por supuesto que no, ¿verdad Ciro? Personaje de Imagen Televisión que hace poco exigió desde su noticiero a Obrador resultados de la investigación ministerial, como si la Fiscalía General y el Poder Judicial capitalinos fueran simples floreros y la división de poderes ilusión óptica. Adoran al gran Tlatoani cuando les conviene política y mercantilmente.
López Obrador no ahorró adjetivos calificativos que también describen: “Es muy sucia, muy perversa, muy inhumana, muy autoritaria, fascista, de mucha maldad”. Y lanzó la interrogante: “¿Por qué esa actitud golpista, de mala fe, inmoral? No tiene nada que ver con la ética”.
Más vale exagerar que quedarse corto en estos casos tan delicados por sus implicaciones, por la tentación del Frente Amplio Opositor –que no acaba ni logra mostrar la amplitud– de que forme parte de su estrategia para junio de 2024, como lo prefiguró Marko Cortés al secundar a los columnistas involucrados, pero no tanto como para abusar del concepto fascista. Por cierto, basta de censura a Vicente Fox, los mexicanos tienen derecho a escucharlo y leerlo con todo y sus hilarantes errores y tonterías.
En la percepción presidencial no existe reciprocidad de lo que llama conservadurismo o derecha –indispensable el plural porque son varias las que no forman parte del FAO–, ya que siempre enfrenta a sus adversarios en buena lid, “si llegué hasta acá es porque conservé inalterables mis principios, no llegué dejando en el camino trozos de dignidad”. Sólo que en la lucha por el poder político o partes de él, no es dable que los medios guarden afinidad con los fines que se persiguen, como lo muestran siglos de práctica política del viejo y el nuevo conservadurismos, pero también de porciones importantes de sus opuestos.
La estimación de que lo tenían como bandera porque “pensaban que no íbamos a poder, pero como se les está cayendo, pues ahora estoy viendo ya una campaña, estoy sintiendo una campaña muy sucia”, es para tomarse en cuenta, sobre todo cuando las más recientes encuestas de Covarrubias y Asociados y De las Heras Demotecnia, de las que se ocupó, El País (España), que se distingue por su espíritu híper critico a la 4T, revelan que son 30 los puntos porcentuales por los que supera Claudia Sheinbaum a la indígena de las Lomas. Y lo que es peor, que cualquiera de los seis aspirantes obradoristas la derrotarían en las urnas.
El panorama y su previsible evolución no favorecen en lo más mínimo a los partidos y organismos liderados por Claudio X. González Guajardo, en representación de buena parte de la plutocracia mexicana.
Acuse de recibo
El tono amistoso con los adversarios, el de los besos tronados, el paz y amor, y “¡Serenos, morenos!” que utilizó el miércoles 26 el tabasqueño de Tepetitán desde Palacio Nacional, despareció al día siguiente con todo y los obligados matices o por lo menos “con sus honrosas excepciones”, al meter en el mismo saco a “todas” las organizaciones no gubernamentales, los ambientalistas, los organismos de la sociedad civil y del movimiento social. En el mismo costal de la dependencia y alineación con la mafia del poder… Los reporteros trabajan para un medio como asalariados o por honorarios y, por ello, Reforma o El Universal no es “tu periódico”, como repitió AMLO a la reportera de Reforma… Brújula Metropolitana recomienda este enlace sobre el último desfalco en la Universidad Nacional que mal administra el demasiado gris rector Enrique Graue: https://contralinea.com.mx/wp-