Juan Bustillos
La reportera de Excélsior tenía acorralado contra las
cuerdas al Presidente López Obrador preguntándole sobre la renuncia de Javier
Jiménez Espriú a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, pero Lord
Molécula lo sacó del apuro con el tema de moda, Emilio Lozoya y los presuntos
sobornos a legisladores con dinero de Odebrecht para aprobar la Reforma
Energética.
Gustoso el mandatario se agarró del clavo ardiendo y olvidó
el misterioso caso del miembro del gabinete presidencial cuya situación
burocrática nadie conoce desde el sábado por la noche.
La periodista hizo varias preguntas al Presidente sobre la
construcción del aeropuerto en Santa Lucía y una adicional: ¿ya platicó con el
ingeniero Jimenez Espriú.
El diálogo es interesante porque no es usual que los
reporteros corten las salidas al mandatario, experto en eludir las preguntas
que no quiere contestar:
–¿Y Jiménez Espriú?
— Hablé ayer con el ingeniero Javier Jiménez Espriú y
quedamos en reunirnos el jueves, de modo que, pasado mañana, jueves, yo les
informo, o el viernes en la mañana.
— ¿Usted quiere que se quede en la Secretaría, Jiménez
Espriú?
— Estamos platicando y en unos días más vamos a decidir.
— ¿Pero sí está de por medio la renuncia?
— Estamos platicando, vamos a esperarnos.
— ¿Van a platicar sobre la renuncia o sobre qué van a
platicar?
— No nos desesperemos.
— Bueno, ¿sobre qué van a platicar?, ¿sobre qué va a
platicar con Jiménez Espriú?
— Pues todo lo que tiene que ver con la Secretaría, muchas
cosas.
— ¿Sobre Santa Lucía, por ejemplo?, o sea, ¿usted qué le
dice?, ¿que se quede o que tome su decisión?
— Estamos platicando, estamos platicando…Él es una gente de
bien, un hombre íntegro, al que yo respeto mucho y estamos conversando, lo
hicimos ayer y vamos a volver a reunirnos el jueves, de modo que ya en poco
tiempo se sabrá. Además, ustedes tienen muchas notas, hay tantas cosas ahora,
tantas notas. ¿Cómo es que se dice? ‘¿Y dónde está la nota?’, ‘la nota es la
nota’.
Y la pregunta presidencial sobre la nota, fue como la señal
que esperaba Lord Molécula para salir al quite.
Sin embargo, la nota estaba ahí, pero ni el Presidente se
dio cuenta que ese era el momento preciso de la nota, porque directa o de
manera tangencial el caso Lozoya pega en el eje de flotación de la Cuarta
Transformación por la relación de Jimenez Espriú con la empresa IDESA, socia de
Brasken relacionada con Odebretch.
La señora Elisa Margarita Gutiérrez Saldívar, esposa del
secretario de Comunicaciones, es acccionista de Grupo Idesa, que a su vez tiene
que ver con Brasken, misma que está relacionada con Odebrecht. La empresa fue
fundada en 1956 por quien fuera director de Pemex, Pascual Gutierrez Roldán,
suegro de Jiménez Espriú.
Seguramente en lo que platicará Lozoya con Gertz Manero y
dirá ante el juez, dentro del Criterio de Oportunidad y no como testigo
colaborador o protegido, saldrán a relucir los supuestos compromisos que el
gobierno de Felipe Calderón, tan odiado por la Cuarta Transformación por lo
ocurrido en 2006, heredó a la administración de Enrique Peña Nieto en
compromisos con el ex secretario de Hacienda Luis Videgaray.
Simple: garantizar la continuidad del contrato de Etileno
XXI, firmado en 2010 por Pemex, a pesar de las desventajas.
Y curiosamente, este asunto también estaría relacionado con
supuestos sobornos a legisladores, algunos de ellos ex colaboradores directos de
Felipe Calderón, incluido aspirante a Presidente de la República y, desde luego
el PRI.
Nada constaría en video, si acaso en acuses de recibo con
firmas no identificadas.
Es probable que esta sea la razón por la cual el Presidente
López Obrador no termina de aceptar la renuncia de Jiménez Espriú y sigue
platicando con él.
Sí, ahí estaba la nota. Y tiene razón el Presidente, la nota
es la nota