En el norte de México se reconocen académicamente tres estilos prehispánicos para el estudio y la clasificación del arte gráfico-rupestre, los denominados Pecos, al norte del estado de Coahuila, y Chiquihuitillos y Paredón Candelaria, en el centro-este en la frontera con Nuevo León.
Sin embargo, la zona centro del territorio coahuilense, en concreto el valle de Cuatro Ciénegas, podría albergar un estilo pictórico propio.
Fue durante el II Coloquio Virtual ‘Boca de Potrerillos’ sobre investigación, conservación y protección de sitios gráfico-rupestres, organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través de su representación en Nuevo León, el investigador del Centro INAH Coahuila, Yuri De la Rosa Gutiérrez, propuso la existencia del estilo Cuatro Ciénegas.
A partir del análisis de 19 sitios localizados en dicho valle, mismos que albergan 51 unidades arqueológicas —abrigos rocosos, cuevas o paredones, entre otros— y un total de mil 418 figuras pictóricas, “planteamos la existencia de un estilo dada una morfología estilística compartida, una relación con el contexto natural y, en algunos pocos casos, asociación con materiales líticos, óseos y textiles hallados en la región”.
En la sesión virtual de la campaña “Contigo en la distancia”, de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, el arqueólogo señaló que esta hipótesis referiría a un estilo en el que predominan las figuras de carácter abstracto y geométrico, muy poco naturalistas o realistas.
El experto señaló que en la misma se incluyen dibujos como puntos, líneas rectas y curvas, zigzags, círculos, espirales y otras figuras bidimensionales.
Detalló que los antiguos pobladores de Cuatro Ciénegas, no solo habitaron uno de los lugares más biodiversos del planeta y bebieron de agua que no sabían pertenecía al periodo Jurásico y estaba almacenada en las pozas del valle, sino que también plasmaron su experiencia en este medio a través de las pinturas rupestres.
Mismas en las que, usando sus dedos como herramientas, prefirieron el tinte rojo por encima de otros colores que también aparecen en la región: negro, blanco y amarillo.
Destacó que las figuras son zoomorfas y fitomorfas, mismas que serían poco frecuentes dentro del estilo Cuatro Ciénegas, sin embargo, el investigador resaltó el caso de tres elementos zoomorfos que aluden a serpientes, representadas con líneas en zigzag y rombos que asemejan escamas, las cuales rematan en triángulos que figurarían la cabeza del reptil.
En suma, precisó que no existen hasta el momento fechamientos asociados directamente con los motivos gráfico-rupestres, los trabajos arqueológicos previos en el valle de Cuatro Ciénegas permiten establecer fechamientos indirectos.