Los responsables de la Reserva Federal (Fed), que buscan elevar las tasas directrices de cara a la inflación, consideraron hacerlo de manera mucho más rápida que en el periodo pasado de recuperación económica y crecimiento, sin embargo, la toma de decisiones dependerá de un análisis reunión a reunión, según las minutas del encuentro que fueron publicadas.
En la última reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC por su sigla en inglés) de la Fed, llevada a cabo el 25 y 26 de enero, la mayoría de los participantes “sugirieron que estaría probablemente justificado un ritmo más rápido de incrementos de las tasas directrices que en el periodo posterior a 2015”, señalan las minutas.
La Fed se alista a endurecer su política monetaria, que hasta finales de 2021 había sido muy prudente respecto a los incrementos de tasas, con el fin de no entorpecer la recuperación ni pesar sobre el mercado del empleo.
“Aun así, los participantes hicieron hincapié en que la trayectoria adecuada de la política monetaria dependería de la evolución económica, financiera y de sus implicaciones para las perspectivas y los riesgos en torno a las mismas”, de acuerdo con las actas.
Pero ahora el crecimiento económico está amenazado por la fuerte inflación. Frente a eso, el alza de tasas es la mejor arma, pues tiene por efecto encarecer el costo de los créditos y por lo tanto ralentiza el consumo con miras a apaciguar la presión sobre los precios.
“La mayoría de los participantes notaron que, si la inflación no baja como se prevé, sería apropiado que el Comité suprima la política de acomodamiento a un ritmo más rápido del que aplica actualmente”, se enfatiza.
Por su parte, los inversionistas esperan que la Fed comience a subirlas el mes próximo con un aumento inicial de medio punto porcentual y continúe al alza durante el año.
Las tasas habían sido reducidas hace dos años a un rango de entre 0 y 0.25% ante la expansión de la pandemia por Covid-19 en Estados Unidos y por su inminente amenaza a la economía.
Pero el ritmo debería ser más rápido, pues la economía estadounidense es ahora más sólida que en el 2015, cuando el FOMC de la Fed “inició por última vez un proceso de supresión de su política monetaria”, señalaron los funcionarios de la institución.
El documento ofreció un recuento más detallado de la reunión en la que las autoridades acordaron que “pronto sería apropiado” subir la tasa de interés referencial a un día desde cerca de cero, y también debatieron planes para reducir el balance de casi 9 billones de dólares del organismo.
Los datos económicos divulgados desde la última reunión han reforzado la disposición de la Fed para actuar. Las ventas minoristas de enero fueron sólidas y los empleadores agregaron 467,000 puestos de trabajo en el primer mes del año, mucho más de lo esperado. Las cifras de inflación más recientes no mostraron señales de alejarse del máximo actual de 40 años.
En enero, los funcionarios de la Fed también discutieron planes para recortar las inversiones en bonos del Tesoro y valores respaldados por hipotecas, y emitieron un conjunto de principios generales para guiar las reducciones. Ahora deben precisar los detalles de cuánto será la reducción mensual y cuándo comenzar.