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Fellini se la pasa a Maradona y... gol de Sorrentino

por Redacción
06-09-2021

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Fue la mano de Dios es la nueva y última prueba que ofrece Sorrentino sobre su teología carnal. Sobre el papel es un cambio presuntamente radical en su filmografía. Hace dos décadas presentó en Venecia 'El hombre de más' y ahora vuelve hecho todo un hombre. "Siempre me han echado en cara no hacer películas personales", comenta el director a modo de presentación y excusa. Y, la verdad, no queda claro que eso sea del todo cierto. En efecto, el responsable de 'La gran belleza' o 'Il divo' siempre utiliza a un tercero para contar su historia, pero, a poco que se mire de cerca, el relato que surge no es más que la misma variación de una obsesión llamada Sorrentino.

La novedad ahora consiste en que esta nueva película parece y se presume autobiográfica. Su protagonista quiere ser una variación en joven del propio cineasta, todo discurre en Nápoles y el acontecimiento central que todo lo desordena fue el responsable de que Paolo Sorrentino acabara siendo Paolo Sorrentino. De joven, cuando apenas había acabado el colegio, sus padres murieron en un accidente doméstico por culpa de un escape de dióxido de carbono. Él no viajó con ellos a la casa de campo donde sucedió todo para quedarse a ver a Maradona. Y se salvó. Quién sabe si no fue la misma mano que metió el gol a Inglaterra en el Mundial de México la que le condenó a ser el que hoy es.

"No creo que el dolor baste para hacer una película o una creación. Sin duda, ha sido doloroso escribir el guión y revivirlo todo, pero luego entran otros elementos", dice el director para alejar de él y de la audiencia los malos pensamientos. 'Fue la mano de Dios' no es ni quiere ser un desahogo, ni siquiera una catarsis. Es simplemente una brillante, delicada y emotiva película de Sorrentino. Y carnal.