Fitch mantuvo la calificación soberana de México en BBB- con una perspectiva estable dentro de la categoría de grado de inversión, en una decisión respaldada por un marco de política macroeconómica consistente y finanzas externas relativamente estables y robustas, dijo el miércoles la agencia.
A comienzos de año, las principales calificadoras desmejoraron sus notas para la segunda mayor economía latinoamericana debido a peores expectativas de crecimiento por los estragos de la pandemia, al deterioro en las finanzas de la petrolera Pemex y la caída global en los precios del crudo.
Tras sufrir un desplome histórico en el segundo trimestre al caer más de un 17%, el Producto Interno Bruto (PIB) mexicano repuntó entre julio y septiembre un 12% en cifras preliminares, impulsada por una recuperación en Estados Unidos, su mayor socio comercial.
Fitch, que espera una contracción económica de un 8.9% este año en México y un repunte de un 4% en 2021, prevé que la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador “mantendrá una postura fiscal estricta y probablemente implementará una reforma tributaria en 2022, limitando los riesgos para el perfil crediticio”.
No obstante, la agencia explicó que su calificación soberana está restringida por una gobernanza relativamente débil y un desempeño moderado a largo plazo del crecimiento. “La salud pública y la economía se han visto seriamente afectadas por la pandemia de coronavirus”, dijo en el comunicado.
Tras publicarse la decisión de Fitch sobre la nota soberana, la Secretaría de Hacienda de México dijo en un comunicado que el compromiso con la prudencia fiscal y las acciones que ha llevado a cabo para mejorar el marco de administración tributaria “han contribuido a contener con éxito los desbalances económicos”.
El gobierno destacó que, de acuerdo con Fitch, en 2020 México registrará uno de los menores déficit entre lo países con calificación crediticia BBB, lo que respaldó la perspectiva estable.
En octubre, el subsecretario mexicano de Hacienda, Gabriel Yorio, había descartado que la deuda soberana pudiera perder el grado de inversión en el corto plazo.
REUTERS