El concurso para adjudicar el contrato para las obras del llamado ‘Tramo 5’ del Tren Maya en el sureste mexicano, una de las obras insignias del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), fue declarado desierto tras determinar que la oferta económica presentada no era solvente.
Un consorcio en el que participa BlackRock presentó a mediados de agosto la única propuesta a la licitación para ejecutar una parte del proyecto del tren, valorado en unos 6.300 millones de dólares, que recorrerá unos 1.500 kilómetros desde la zona arqueológica de Palenque, en el estado Chiapas, hasta la turística Cancún, en Quintana Roo.
“Como consecuencia de que únicamente se presentó una propuesta en el procedimiento de contratación y esta no reunió los requisitos solicitados en las bases generales, la convocante ha determinado declarar desierto el concurso público”, dijo el acta del fallo de la licitación hecha por el estatal Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).
El grupo interesado, integrado por seis empresas, había propuesto invertir en el tramo del llamado “Proyecto carretero Tulum- Cancún”, de asociación público-privada, un total superior a 14.965 millones de pesos (unos 670 millones de dólares).
En la semana, López Obrador barajó la posibilidad de que el Estado se encargue de la construcción de ese tramo si es que no se adjudicaba al consorcio integrado por BlackRock, el fondo de inversiones más grande del mundo.
La construcción del Tren Maya ha recibido críticas por parte de ambientalistas y del EZLN, un movimiento indígena en la selva de Chiapas, quienes consideran que la megaobra acarreará la destrucción de la naturaleza y de los pueblos originarios, algo que el Gobierno ha negado.