Ruptura en la Cúpula
Desde hace meses se viene tejiendo un distanciamiento entre dos viejos aliados que soñaron con llegar a la cima del poder pero que en pleno apogeo del proyecto parecen dispuestos a caminar por rutas distintas.
Enrique Alfaro no tiene duda y quiere que Ismael del Toro sea su sucesor. Su proverbial lealtad es su mejor carta de presentación. Pablo Lemus quiere ser gobernador, tiene su propia historia y capital político y económico , pero no es parte del círculo íntimo del Alfarismo y por lo tanto no tiene posibilidades de recibir el apoyo del jefe político. Así , el escenario que se avecina es de ruptura y choque.
Los tiempos del rompimiento de la vieja alianza están en marcha. Pablo Lemus quiere dejar sucesor en Zapopan y aspirar al gobierno del estado, Alfaro tiene otros planes. El resultado de la disputa puede determinar que Lemus se aviente contra sus antiguos aliados y busque ser candidato a la presidencia municipal de Guadalajara.El cisma sería mayúsculo ya que esa candidatura podría evitar la reelección de Ismael del Toro y marcar el principio del fin del Alfarismo.
La disputa del 2024 por el gobierno de Jalisco vive una sucesión adelantada. Los ganadores del 2021 llevarán mano y enfilarán a Palacio de Gobierno. La ruptura del dueto Alfaro/ Lemus, reeditará la que se registró entre el gobernador y su ex amigo, Alberto Uribe. Lo paradójico es que desde las entrañas del equipo original, actores que fueron clave para el triunfo arrollador de Movimiento Ciudadano en 2012, viejos aliados propicien su naufragio y escriban una página distinta de la política jalisciense.
Corriendo por el Poder
Las crecientes especulaciones sobre el futuro de Checo Perez en el Gran Premio de la Fórmula Uno han transitado en paralelo al ocaso de la figura de su señor padre en el autódromo de la política estatal.
Todo parecía acomodarse para Don Antonio Perez. En sus círculos cercanos se manejaba como candidato de Morena tanto para Guadalajara o para Zapopan. Sus vínculos con importantes figuras de la 4 T y en los círculos sociales y empresariales nacionales y estatales figuraban como activos importantes del proyecto.
Sin embargo un nuevo escenario electoral se configuró. La irrupción de Alberto Uribe con fuertes conexiones con Marcelo Ebrad, su experiencia como presidente municipal de Tlajomulco y su conocimiento de las entrañas del Alfarismo, modificó los horizontes de MORENA. Adicionalmente, la reaparición de Carlos Lomeli y de una camada de empresarios atractivos para los proyectos electorales de MORENA, vino a apagar la estrella de Don Antonio Pérez y hoy parece ya rezagado en la carrera por Guadalajara o Zapopan.
Posiblemente Don Antonio Pérez opte por una diputación, pero lo cierto es que su gran ilusión de llegar a una Presidencia Municipal haya quedado frustrada. Posiblemente la meta era muy ambiciosa y su Escudería no tenía esa potencia para llegar tan lejos.
Una Piedra en el Camino
En contraposición al gran activismo de los empresarios jaliscienses por escalar en los espacios de representación popular, en especial los que aparecen como catapultas para llegar al gobierno del estado, las candidaturas del llamado sector obrero muestran claroscuros.
Por una parte la vieja y anquilosada estructura sindical del PRI se encuentra rebasada por las nuevas realidades electorales. Los repartos por cuotas y compadrazgos que se usaban con la CTM y la CROC son envejecidas historias que hoy espantarían a los votantes.
En el caso de la Zona Metropolitana de Guadalajara se habla de que la CROC levantó la mano para que un militante de esa organización aspire por la alcaldía de Tlajomulco, en la persona de Gerardo Trujillo. En los demás municipios nada tienen para ofrecer.
Sin embargo llama la atención que en Zapopan ya tiene meses el movimiento que encabeza Oscar Abrego y que constantemente hace referencia a su cercanía con el CATEM que dirige Pedro Haces. Abrego se ha mantenido cercano a MORENA después de ser un aliado de Enrique Alfaro, alianza que hoy se transformó en manifiesta rivalidad.
Se considera difícil que Oscar Abrego consiga la candidatura de MORENA, pero pudiera ser candidato del Partido Fuerza Social por México, organización hermana de CATEM. Sería inédito que una organización obrera emergente como CATEM descarrilara las aspiraciones de poder de las cúpulas empresariales de Jalisco.
