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Fuente Minerva

por Nuño Leal
21-01-2021

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FECHAS FATALES

Días largos y semanas de mucha incertidumbre esperan al huésped de Casa Jalisco. La pandemia del Covid está empezando a escribir sus peores páginas.  Semáforo rojo, contagios imparables, muertes a la alza, tienen a Jalisco en un escenario muy distinto al de hace algunos meses y que permitían al gobernador presumir sus medidas sanitarias y marcar sus diferencias con el gobierno federal y la Ciudad de México.

Fueron meses de vender a los jaliscienses la idea de que las políticas públicas aplicadas por el gobierno estatal daban resultados positivos en comparación , decían, del desastre federal. Hoy, la realidad arrincona al gobernador, le quita lo bravucón, lo altanero y desafiante, y lo pone en su lugar.

Llamar al resguardo cuando se asiste a un antro, restringir las actividades económicas cuando tiene alianzas electorales con los líderes empresariales que se oponen al cierre de actividades económicas , diseñar un programa de regreso a clases presenciales cuando su Secretario de Educación no tiene diálogo ni cercanía con el magisterio y sus dirigentes sindicales, son tan solo algunos elementos que reducen las capacidades discursivas y de gobernabilidad para hacer frente a la pandemia.

Por lo pronto, instituciones y especialistas predicen que lo peor de la pandemia está por venir. Las críticas y los señalamientos contra el gobernador aumentarán de color e intensidad; en esta semana los cuestionamientos se centran en la autorización para la realización de "ExpoModa" ; el calor de los señalamientos seguirá creciendo en las próximas semanas.


ADIÓS A SUEÑOS DE GRANDEZA

 
La lucha electoral que se le avecina al gobernador Enrique Alfaro es de pronóstico reservado. Los números de sus encuestas lo tiene nervioso y preocupado. Plazas de la ZMG en disputa tanto para residentes municipales como para diputados, distan en mucho con los datos de las encuestas que se tenía en el 2018.

 La ventaja de MC en Guadalajara cada vez se reduce, en Zapopan y en Tlajomulco se incrementa la incertidumbre sobre el triunfo del partido naranja. En Tlaquepaque y Tonalá tienen indicios de una posible derrota y en Puerto Vallarta, MORENA parece imparable.

La eventual derrota en ZMG dejaría en entredicho el control sobre el Congreso del Estado, obligando a MC a buscar entre los retazos del PAN, PRI y algún otro partido que alcance representación como FUTURO y HAGAMOS, equilibrios para sacar el último tramo de gobierno.

Perder el Congreso del Estado para el gobernador Alfaro  echaría por tierra sus tres grandes proyectos faraónicos de gobierno como son los de generar condiciones para un gobierno transexenal con Ismael del Toro como su dócil sucesor, sacar adelante la "Refundación de Jalisco" con una nueva Constitución y Congreso Constituyente y construir su posible candidatura a la Presidencia de la República. Así o más claro lo que juega el gobernador en este 2021.


RIVALES EN SERIO

Siguiendo con los temas que preocupan y agobian al gobernador Alfaro no debemos pasar por alto la rivalidad "tóxica" que tiene con 3 distintos personajes de MORENA que aspiran a un puesto de representación popular. Personajes que para la intolerancia del gobernador, sus fobias y rencores,  son una pesadilla que no quiere que se conviertan en realidad.

Ver a Alberto Uribe, a Oscar Abrego y a Carlos Lomelí  como diputados o presidentes municipales, con un alto perfil y exposición mediática y en un juego abierto contra el gobierno Alfarista es el peor de los mundos, ya que no solo es la rivalidad política, partidista o ideológica, sino los agravios personales que existen con ellos.

Con Alberto Uribe, pasó de ser uno de los mejores amigos de Alfaro , lo que le permitió ser presidente de Tlajomulco, la cuna del proyecto Alfaro, por esa amistad, Enrique Alfaro le pidió que fuera su coordinador general de la campaña al gobierno del estado, proyectarlo para eventualmente ocupar la Secretaría General de Gobierno; un Alberto Uribe que conoce los sótanos de las finanzas y los secretos de la expansión urbana de Tlajomulco, de los intereses y acuerdos, ahora se expresan un desprecio mutuo. Muchas historias y secretos compartidos, pero también de saldos por cobrar.

Oscar Abrego fue un aliado de Alfaro en su arranque a la política estatal. Desde sus espacios en los medios de comunicación, Abrego promovía la figura de Alfaro y en cafés presumía sus cualidades y cercanías. Algo se les cruzó en el camino que no solo los distanció, sino que la pluma y el micrófono de Oscar Abrego apuntó sus fobias en contra de su viejo aliado. En la mesa están puestas cuentas y pendientes por liquidar.

Con Carlos Lomelí la guerra sucia de la campaña a gobernador marcó una rivalidad cargada de emociones y pasiones. Igual que Uribe, Lomelí tiene la vista puesta en Casa Jalisco y sin duda con mucho interés de desnudar la gestión Alfarista, de cobrar también algunos pendientes que mancharon trayectorias y se llevaron al callejón de la descalificación y la agresión.