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Fuente Minerva

por Nuño Leal
09-11-2021

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Tlaquepaque, querido 

La anulación y posterior convocatoria a una elección extraordinaria para la presidencia municipal en Tlaquepaque sacó a relucir algunas calamidades o defectos de la clase política jalisciense.  

“Rescatemos Tlaquepaque” dicen algunos en su slogan; otros amenazan con “vamos por Tlaquepaque”; la “esperanza florece”, se escucha por otra parte; “ni Juana, ni chana”, afirman otros; todo lo anterior en el sentido más patrimonialista de la política, son una muestra del rosario de plegarias que los partidos políticos lanzan para convencer a la ciudadanía. 

Huecos, rallando en lo absurdo, son mensajes que tratan de motivar y despertar el deseo de los ciudadanos por votar en la próxima elección del 21 de noviembre. Sin embargo, no es solo el nivel de los mensajes, sino de las acciones, movimientos y decisiones de sus actores políticos lo que más ha llamado la atención.

La secuencia de acontecimientos diversos personajes pierden el recato, pero también la confianza y la credibilidad de la ciudadanía. ¡Ay, Tlaquepaque querido!

Para abrir boca

El autollamado íntimo amigo de Carlos Lomelí -su compañero de proyectos estudiantiles - David Hernández las pasadas elecciones intermedias se decantó por MORENA. Abandonó las filas del tricolor y con gran entusiasmo se incorporó a las filas de la 4 T y publicitaba su proselitismo a favor del candidato morenista para Tlaquepaque. 

Ahora, desde el inicio de la campaña extraordinaria, David Hernández cambió la camiseta todavía nueva de MORENA por la NARANJA y de inmediato se renegó de su breve pasado partidista y encontró mágicamente en Movimiento Ciudadano, el camino “correcto”. 

Otro que también se “purificó” ingresando también a las filas de MC es Roberto Albarrán, que, a semanas de haber sido candidato del PRI, ahora lucha por los naranjas. Aquí lo menos que aplica es la de “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”.

La función no termina.

El PRI también contribuye al espectáculo, no podía estar la margen. Al mudarse su anterior y ya citado candidato, decide postular a una mujer como su candidata a la elección extraordinaria en la persona de Rosario Vázquez y hasta en la página oficial del PRI Jalisco, se afirmaba con ardiente convencimiento, en su registro que “nada nos detiene”. 

Poco duró el gusto ya que Ramiro Hernández ordenó cancelar su candidatura en cuanto supo que el Tribunal Electoral de la Federación anulaba la disposición del Congreso del Estado para que solo mujeres fueran las candidatas en Tlaquepaque. En un abrir y cerrar de ojos, le quitaron la candidatura a Rosario para dársela a Luis Arturo Morones. 

Pero el que se voló la barda fue Alberto Maldonado de MORENA, que ante la incertidumbre sobre su registro puso como segunda en la lista de regidores a su hermana Rosa Alicia Maldonado, el lugar uno y dos en manos de los hermanos Maldonado. El buen Beto se echó una jugada al estilo de Félix Salgado Macedonio. Al final, ya con su registró, Maldonado dio marcha atrás pero ya había mostrado el cobre. Así, las enseñanzas de los políticos de cara al 21 de noviembre.