Monreal en Jalisco
Muy buena impresión dejó la visita del Senador Ricardo Monreal a tierras jaliscienses. El senador zacatecano es un hombre con una larga trayectoria política y en Jalisco tiene una vasta de red de amigos construida durante muchos años. Lazos de amistad que tiene Ricardo Monreal con muchos personajes de Jalisco y que han pasado por el filtro del tiempo, de la distancia y de las diferencias partidistas.
Destacó la reunión que tuvo con el presidente municipal de Tonalá, Sergio Chávez, que representa para muchos el principal activo de Morena en la entidad, después de las derrotas electorales de Carlos Lomelí y Alberto Uribe. Sin estridencias, tejiendo fino, Sergio Chávez ha venido posicionando la agenda de su municipio y de su partido en un escenario metropolitano donde domina el color naranja.
La relación entre el senador Monreal y Sergio Chávez tiene muchos años y se ha fortalecido en base a las coincidencias, capacidades e intereses mutuos. Antes de su toma de posesión, Sergio Chávez intensificó sus vínculos con el senador zacatecano logrando por medio de sus gestiones resolver diversos asuntos para la gente de su municipio.
En la construcción de escenarios políticos para el 2024, la dupla Monreal y Chávez en tierras jaliscienses abren ventanas de oportunidad para ambos personajes. El senador zacatecano aumentando sus redes de apoyo en la entidad y para Chávez la gestión de apoyos para un buen gobierno. Una relación de ganar-ganar.
Alito, mal y de malas
Otro personaje que anduvo por estas tierras fue Alejandro Moreno, sin embargo, en su visita al priismo jalisciense salió mal librado. Desde su nominación como candidato a la dirigencia nacional del PRI, Alito no fue del agrado de los priistas de la entidad. La capacidad de influencia del exgobernador Aristóteles Sandoval en las bases y liderazgos del tricolor, logró que Alejandro Moreno entrara con calzador en el ánimo de la militancia. Con el rompimiento de ambos personajes, y el posterior fallecimiento de Sandoval, el presidente del CEN del PRI no goza del respaldo y las simpatías de sus correligionarios en Jalisco.
Desde que empezó a circular el rumor de que Alito intenta imponer como presidente del comité estatal a su incondicional Laura Haro, los priistas jaliscienses se movieron para crear un frente en contra de dicha decisión. De hecho, la Asociación de ex Legisladores del PRI emplazó a Alito a que explicara su decisión. De la misma forma, una voluminosa lista de aspirantes a la presidencia cerró filas en contra de la imposición.
Alito vino a Jalisco y descompuso más su imagen y relación con los priistas de Jalisco. Dejó más dudas que aclaraciones, los cuadros del PRI sienten que se les trato como “tontos”, con su discurso hueco y sin sentido. Entre los exlegisladores del PRI quedó un sabor agrio y de rechazo a Alito. Después de tenerlos en espera durante 3 horas, la reunión fue un fracaso porque Alito no escuchó, solamente habló y sus palabras denotaron, según nos comentan algunos de las asistentes, demagogia, hipocresía y cinismo. Sus actitudes van a complicar su intento de imposición y el margen de maniobra del sucesor o sucesora de Ramiro Hernández.
Salieron del túnel del tiempo
Poco eco tuvo la comida que organizaron los miembros de la 55 legislatura del estado donde reaparecieron personajes como José Manuel Correa Ceseña, Samuel Romero, Antonio Gloria y el actor estelar, Raúl Padilla.
Esa legislatura y la mayoría de sus personajes, excepto Raúl Padilla, poco o nada le dicen al electorado. Sus integrantes fueron diputados hace 22 años, de 1998 a 2001, por lo que sus activos y acciones no tienen ya ninguna trascendencia. Se comenta que, inclusive el propio Raúl Padilla, solo estuvo poco tiempo, de entrada, por salida, cuidando malosas interpretaciones.
Nos informan que el fondo de dicha reunión fue la de trazar una ruta para conformar un frente electoral multipartidista de cara a las elecciones del 2024. El problema es que los personajes panistas, priistas y perredistas convocados, no provocan ningún entusiasmo y motivación, inclusive al interior de sus propios partidos.
Hace 22 años, Jalisco vivía la plenitud del panismo local. Un panismo que arribó al poder en 1995, debido al hartazgo de los ciudadanos de la corrupción, nepotismo y abusos de los gobiernos del PRI. El bono de prestigio, credibilidad y confianza ciudadana que hace 22 años tenía el PAN parecía inagotable. El propio PRI y el PRD vivían mejores tiempos a pesar del avasallamiento del PAN. Hoy, la realidad es que los 3 partidos poco atractivo ofrecen y menos con personajes que quedaron en el olvido del túnel del tiempo.