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Fuente Tarasca

por Juan José Rosales
18-06-2021

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“La coalición Morena-Partido del Trabajo resultó ganadora de la gubernatura de Morelia (sic). Sin embargo, se trata de una cuestionada victoria a causa de las denuncias sobre grupos armados que irrumpieron y operaron en su favor en diversos municipios mediante el robo de urnas amenaza a funcionarios de casilla y coacción de votantes”. Este es el inicio del trabajo de Pedro Zamora Briseño, publicado por la revista Proceso, respecto a la elección del pasado domingo 6 de junio en la entidad.

Hace unos días, pude entrevistar en mi programa al Consejero Presidente del Instituto Electoral de Michoacán (IEM), Ignacio Hurtado Gómez y se tenía que tocar el tema: El crimen organizado, ¿inclinó la balanza en la elección a gobernador? El maestro Hurtado Gómez no eludió la pregunta, pero fue cauto en su respuesta; esquivó enfrentar la situación y, para no confirmar o quedar mal se justificó, “me parece que nosotros (el consejo general del IEM) por la etapa en la que nos encontramos, tenemos que ser muy prudentes y mantenernos ajenos a esto porque, como se ha anunciado, va un proceso de judicialización y cualquier expresión incorrecta puede ser utilizada como prueba dentro de las impugnaciones”.

Sin embargo, el Consejero del Instituto Electoral, forzado, confirmó las irregularidades y presencia de grupos armados incidiendo durante la jornada electoral en varios municipios el pasado 6 de junio: “En el caso de Michoacán se nos decía que estaban ahí, teníamos reportes en algunas zonas de presencia pública y notoria (de los grupos armados)”. A pesar de lo anterior, la autoridad electoral en el estado, por falta de atribuciones legales y decisión institucional no actuó.

Toda la etapa de preparación del proceso, previo al domingo de la elección, la estructura del IEM no tuvo ningún conflicto o impedimento y se pudo cumplir, en tiempo y forma, con la capacitación de los funcionarios de casillas y la instalación de las urnas. “El Instituto Electoral de Michoacán en la parte electoral, en la organización, no tuvimos ningún obstáculo ni situación que nos impidiera hacer la chamba electoral”, explicó en la entrevista.

El académico, por alguna razón, en todo momento fue en extremo cauto con sus palabras pues, reconoció, sin hacerlo directamente, que algo anduvo mal el día de las elecciones: “En su momento habrá la necesidad de plantear, de reflexionar como una asignatura pendiente, sí se dio o no se dio (la intervención de grupos armados); en qué manera se dio y, en determinado momento, buscar algunos mecanismos que permitan inhibir, sí es el caso, este tipo de situaciones”.

Por más que se resguardó en su responsabilidad meramente técnica y, aduciendo razones de la misma índole para evitar confrontar el desaseo que ocurrió en algunos distritos, principalmente de la tierra caliente, no pudo evitar reconocer la intervención de grupos ajenos a la organización electoral y partidos políticos el día de las elecciones: “Hay que decirlo, el día de la jornada, fue público y notorio, el tema de algunas casillas que, efectivamente nos fueron arrebatas”, concluyó.