Rogelio Funes Mori vivió una semana de sentimientos encontrados. Primero fue víctima de robo en su domicilio, perdiendo objetos de gran valor y sin poder encontrar a los delincuentes. Luego, ante el León, el delantero argentino marcó el gol del empate del Monterrey (1-1) y se robó la noche en el Estadio BBVA.
Funes Mori aprovechó una falta dentro del área para mandar la pelota a las redes, desde el manchón de penalti (80’). No falló ni dudó en la elección de su remate, aún cuando Rodolfo Cota trató de distraerlo desde la línea de meta. Los Rayados, gracias a él, rescataron un punto que parecía perdido ante la Fiera.
El León se adelantó con una jugada de tres toques, que pareció definitiva a lo largo del partido. De Stiven Barreiro para José Ramírez y de éste para Víctor Dávila, quien adelantó a los Panzas Verdes, en un partido parejo y con varias oportunidades en las dos porterías.
Dávila aprovechó el centro de Ramírez, que prácticamente lo dejo solo para rematar ante Hugo González, y no perdonó ante el descuido de los zagueros regiomontanos que parecieron dormidos en la marca (42’).
Con tiempo en el reloj, llegó el turno de Funes Mori, quien recibió el apoyo de los aficionados regiomontanos con una manta que decía “Fuerza Funes” tras el capítulo oscuro que vivió junto a su familia. El técnico Javier Aguirre apostó por él, más allá de su estado anímico, y éste le respondió con creces.