Las 1 200 trasnacionales gigantes de la aldea global se embolsaron 544 000 millones de dólares en el segundo trimestre del presente año, un nivel sin precedente impulsado, según expertos, por la rentabilidad del petróleo y del sector financiero.
En agudo contraste, el hambre creció y hoy en día afecta a 345 millones de seres humanos de todas las edades y generaciones. Y la mayoría de la población del orbe padece la inflación más alta en décadas, lo que erosiona el poder adquisitivo de sus salarios e ingresos.
De acuerdo con el estudio de la firma británica y estadunidense Janus Henderson Global Dividend Index, citado por la periodista Dora Villanueva, sobre las tendencias que presentan los dividendos en el mundo, muestra que el monto (544 000 millones de dólares) implica un crecimiento anual de 11.3% en términos generales, pero su avance subyacente escaló a 19.1%. No obstante, prevé que el reparto de ganancias al cierre de este año alcance 1.56 billones de dólares, un aumento de 5.8% en términos generales y 8.5% en subyacentes.
A pesar de la crisis económica, causada por la también crisis sanitaria del SARS-CoV-2 que genera la enfermedad covid-19, los dividendos están por encima de su máximo previo al estallido de la pandemia. En general, se recuperaron con creces. 94% de las empresas incrementaron los pagos a sus accionistas o los mantuvieron, los sectores petrolero, automotor y financieros fueron los que impulsaron el alza. Lo anterior, después del 2021 demasiado rentable, en el que las trasnacionales que dominan el orbe disfrutaron de un aumento de las ventas y de la ampliación de los márgenes de beneficio gracias a un auge de la demanda después de la pandemia.
El mayor flujo de efectivo por los elevados precios del crudo hizo que las petroleras contribuyeran con más de 40% al crecimiento de los repartos en el segundo trimestre. Los corporativos privados y semiprivados que encabezaron estos beneficios son Petróleo Brasileiro (público-privada), Nestlé, Rio Tinto, China Mobile Limited y Mercedes-Benz Group AG.
El festín del gran capital por su embolso de 554 000 millones de dólares en sólo tres meses tiene como antecedente otro, el de las trasnacionales farmacéuticas que en plena pandemia elevaron su valor bursátil en 274 000 millones de dólares tras 2.5 años de pandemia, en tanto que fallecieron hasta entonces más de 5 millones de personas y otros 100 millones cayeron en la pobreza extrema.
Desde finales del primer trimestre de 2020, es decir, al inicio de la pandemia al 9 de agosto, las siete gigantes farmacéuticas multinacionales dispararon su valor bursátil en más de 274 000 millones de dólares, equivalentes a 5 billones 700 000 millones de pesos.
Cifras de la bolsa indican que en marzo de 2020 el valor que tenían Johnson & Johnson, Pfizer, AstraZeneca, Moderna, BioNTech, Novavax y CanSino era de 686 900 millones de dólares (14.4 billones de pesos), mientras que ahora es de 961 270 millones de dólares (20.1 billones de pesos).
El valor de estas trasnacionales se disparó inmediatamente cuando se declaró la pandemia de coronavirus, en un momento en el que no existían vacunas, lo que implica que se debió a la mera especulación de los inversionistas. Y además con significativos apoyos por parte de los gobiernos desarrollaron las vacunas, lo que incrementó sus ventas de manera significativa e impulsó el precio de sus respectivas acciones, que a su vez se reflejó en un mayor valor de mercado.
Este es el modelo macroeconómico que todavía defienden y promueven los intelectuales orgánicos mexicanos.