
García Luna y el Estado mexicano enjuiciados
Felipe León López
Ahora que el juicio a Genero García Luna en Estados Unidos se ha convertido en el tema
mediático de mayor atracción, se ha dicho erróneamente que es el primero contra un
mexicano y se concluye anticipadamente que nuestro país operó con un narcogobierno y
que, por ende, la comunidad internacional y, principalmente, los Estados Unidos habrían
de enjuiciar al expresidente Felipe Calderón.
Decimos erróneamente porque en la historia reciente dos mandatarios latinoamericanos
en funciones han sido no sólo pillados, sino probados como protectores, impulsores y
aliados de cárteles de la droga y uno más está en sala de espera: el primero, en 1989 fue
depuesto y detenido por las fuerzas militares estadounidenses, el general de triste
memoria e Panamá, Manuel Antonio Noriega, alias “caraepiña”, quien bajo la falsa
bandera del nacionalismo del legado de Omar Torrijos hizo jugosos negocios con el cártel
de Medellín tanto para el trasiego de drogas como para las relaciones públicas con
gobiernos de izquierda en la región para el capo colombiano Pablo Escobar.
El segundo, en 1994, el presidente liberal Ernesto Samper fue acusado de narcopresidente
y la visa estadounidense retirada por habérsele probado recibir 3.7 millones de dólares del
Cártel de Cali para su campaña, motivo por el cual su secretario de Defensa, el mexico-
colombiano Fernando Botero Zea sería detenido y enjuiciado en los Estados Unidos.
Este último es un caso ha sido muy analizado, porque a pesar de haberse reconocido ante
la justicia estadounidense el financiamiento a la campaña de un presidente de Colombia,
que el mismo Samper no tuvo empacho en asumir la culpa dentro del “Proceso 8000”, el
gobierno de los Estados Unidos entonces a cargo de Bill Clinton no fue más a fondo; no
hubo más que una visa retirada, dos descertificaciones una condena internacional y ya.
Y el tercero, que no pasa de estar en el banquillo de los acusados es Nicolás Maduro,
presidente de Venezuela, a quien señalan de estar supeditado al llamado “Cártel de los
Solos”, es decir, los altos mandos militares que controlan la política, la justicia, el
legislativo y también la pax narca en ese país.
Salvo con Noriega, con los demás países no ocurrió ninguna invasión, ni tampoco un
proceso como el que siguen a ex gobernadores y funcionarios mexicanos, ni siquiera el
presidente Samper tuvo que renunciar y, más allá de rumores, Nicolás Maduro sigue
proveyendo de petróleo y algo más a los EEUU.
¿Cuál fue la razón?
Pues que para los Estados Unidos tanto los partidos Conservador como el Liberal del
presidente Samper eran aliados, actores con los que se tenían acuerdos geopolíticos en la
2
región y que además, los dos habían permitido la adopción del Plan Colombia, de total y
absoluta manufactura estadounidense.
El juicio contra Genaro García Luna, así como el que le siguieron a Fernando Botero Zea en
1994 y 1995, retratan de cuerpo completo cómo el crimen organizado se compone de
cuatro elementos: un objetivo, un grupo criminal, una estructura operativa y una red de
protección institucional que le protege y coadyuva para alcanzar su objetivo.
Cuando el grupo criminal está supeditado al poder político, el Estado sigue teniendo el
monopolio de la violencia y la administración de la seguridad. Por ello es que se ha
administrado la llamada “pax narca”, es decir, dejar hacer y dejar pasar las actividades
delictivas, pero sin rebasar ni al Estado, ni al gobierno y sin elevar la violencia contra la
población.
Sin embargo, cuando es el crimen organizado quien impone las reglas y al mismo poder
político supedita al Estado y al gobierno, entonces se convierten en narco- Estados y, por
tanto, todo el aparato de gobierno y la clase política está a sus órdenes, y ni qué decir del
tejido social.
El juicio al general Noriega no incluyó al Estado panameño con quien Estados Unidos ha
colaborado indistintamente desde la imposición del Canal de Panamá. Reconocerlo como
narco-Estado habría sido que los mismos estadounidenses tuvieron tratos con este tipo de
políticos y criminales.
Lo mismo ocurrió con Ernesto Samper, reconocerlo como narcopresidente con quien han
firmado acuerdos y llevado a cabo políticas regionales estratégicas habría sido reconocer a
Estados Unidos como colaboracionista de este presidente y del cártel al que debió su
cargo.
No queremos ser aguafiestas del juicio contra Genero García Luna, pero la pus que arrojan
los testimonios de sus acusadores golpean no sólo a él, sino al aparato de gobierno, de
administración y procuración de justicia de México y no parece haber indicios de que
pueda brincar a tocar al ex presidente Felipe Calderón como muchos desean, según leímos
en una encuesta del diario El País en esta semana. Es decir, sólo un juicio popular
mediatizado.
Pero cuidado, en esto también están metidas las agencias de inteligencia policial
estadounidenses como la CIA, la DEA, el FBI, la agencia de Seguridad Nacional y la Agencia
de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, con las cuales colaboraron, elogiaron,
premiaron y hasta hicieron su socio al ex titular de seguridad pública mexicano.
MUERTE DE RAÚL TREJO PASTRANA del FPFVI. El pasado viernes 10 de febrero, el
dirigente del Frente Popular Francisco Villa Independiente FPFVI-Acción Popular, “El
Minas”, dejó este mundo. Luchador social de más de 40 años de trayectoria dejó un
3
legado difícil de superar en las organizaciones que fundó y dirigió, tanto por su
congruencia ideológica como su capacidad de dirigente de masas. Comenzó su trabajo en
la Comisión Coordinadora Estudiantil y el Frente Estudiantil Revolucionario en los
primeros años del Colegio de Ciencias y Humanidades Oriente. Fue fundador del Frente
Popular Francisco Villa y, posteriormente del Frente Popular Francisco Villa
Independiente, organizando a las familias proletarias de la zona oriente de la Ciudad de
México, principalmente de Iztapalapa y Tláhuac. A través del FPFVI “abrió siempre las
puertas para organizar, educar y unir al pueblo mediante la propaganda revolucionaria,
nunca renegó de la necesidad de la línea honesta de trabajo entre las masas, ni de la
teoría revolucionaria para la acción revolucionaria, vinculando a lucha de los colonos, del
Frente Magisterial Independiente Nacional y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de
la Educación; con la heroica lucha por la independencia sindical en Unidad Obrera
Independiente y en el intento de organizar al pueblo a través del Movimiento Proletario
Independiente, así como impulsando toda la solidaridad con los heroicos estudiantes de la
Escuela Normal de Ayotzinapa Guerrero, por la presentación de los estudiantes
desaparecidos”. Descanse en paz, la lucha sigue.
LA DECISIÓN DE MORENA EN LA CDMX se enreda por proliferación de encuestas y
trascendidos. Diversos dirigentes políticos y aliados del partido en el gobierno no tienen
empacho de apuntar "son instrucciones de la doctora Claudia Sheinbaum” para
aprovechar la confusión y percepción que está generando la disputa por la jefatura de
Gobierno. Una dirigencia partidista confundida y sin presencia en el debate real, ha dejado
el camino a que las nuevas tribus morenistas quieran jalar agua para su molina
aprovechando cualquier tropiezo, error o incluso alguna ventana de oportunidad que se
genera a partir de las acciones de Sheinbaum. Es tal la indisciplina que las recientes giras
de la Doctora han pasado de noche incluso para medios como La Jornada que no han dado
la cobertura a sus discursos y la presencia de organizaciones que acuden en su apoyo. Esto
provoca dos situaciones: ¿Desánimo porque tienen pocas esperanzas en retener la CDMX,
sobre todo porque vuelven a darle vuelo a nombres y apellidos que las bases morenistas
rechazan? O quizá… ¿Exceso de confianza de que la pura marca Morena va a arrasar
gratuitamente así postulen al peor de los perfiles? Son dudas.
Contacto: feleon_2000@yahoo.com