Los anuncios económicos dosificados en Argentina seguirán esta semana con el bono para jubilados que buscará compensar la pérdida por inflación y una nueva asistencia para los sectores informales más perjudicados por la pandemia al estilo del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). Pero el Gobierno también avanzará con los controles esta semana para que los pesos que se vuelcan "a los bolsillos" no se transformen en aumentos de precios.
La secretaria de Comercio Interior, Paula Español, convocó a una reunión con los supermercados y empresas de consumo masivo para que "la recomposición de los ingresos fortalezca el poder adquisitivo de los salarios y no se traduzcan en suba de precios de los bienes y servicios básicos". El objetivo es que no haya una "transferencia" de rentabilidad vía precios.
Los economistas advierten que el paquete de bolsillo puede generar un aumento de presión en la emisión monetaria. El riesgo no sólo es que se transforme en una mejora de rentabilidad a través de suba de precios de las empresas sino que genere mayor inflación y presión cambiaria.
En el encuentro, se buscará "establecer las reglas que permitirán en los próximos meses preservar la capacidad de compra en el mercado interno", según indicaron fuentes de la Secretaría.
La economista retomó reuniones con empresas de consumo masivo y con los supermercados para trabajar en una agenda determinada de precios y "evitar que se produzcan abusos". Para preservar el poder de compra, al encuentro con supermercados seguirán las reuniones con las principales productoras de alimentos y bienes y servicios básicos.
Para recomponer bolsillos, el Gobierno seguirá esta semana con la agenda de "un anuncio diario" que estableció la nueva gestión de Juan Manzur en la jefatura de Gabinete, que busca dar una buena noticia por día.