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Golpe de Estado en Burkina Faso

por Redacción
25-01-2022

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La toma militar de Burkina Faso, anunciada por el ejército este lunes, es inquietante pero no inesperada.

El derrocamiento del presidente Roch Kaboré es el cuarto golpe en África Occidental en los últimos 17 meses.

La vecina Mali ha sufrido dos intervenciones militares en ese tiempo, impulsadas por la preocupación sobre la incapacidad de lidiar con la creciente violencia islamista militante.

Al igual que en Mali, la destitución de Kaboré se originó en el creciente descontento entre las fuerzas de seguridad por su supuesta falta de apoyo adecuado contra los militantes vinculados tanto al Qaeda como al grupo Estado Islámico.

El domingo se reportaron motines en varios campamentos militares, en la capital, Uagadugú, y en las ciudades del norte de Kaya y Ouahigouya.

Los disturbios siguieron a meses de protestas contra el gobierno que exigían la renuncia del presidente.

Los ataques de militantes que comenzaron en 2015 se han cobrado más de 2.000 vidas y han obligado a 1,5 millones de personas a abandonar sus hogares, según estimaciones de Naciones Unidas.

Las escuelas están cerradas en gran parte del país porque es demasiado peligroso abrirlas.

La confianza pública en la gestión de la crisis de seguridad por parte del presidente decayó drásticamente después de un ataque en la aldea norteña de Solhan en junio de 2021.

Más de 100 personas murieron en el ataque atribuido a militantes que habían cruzado desde Mali.

El ataque en Solhan provocó protestas de la oposición en la capital, lo que obligó a Kaboré a reorganizar su gabinete y nombrarse ministro de Defensa.

Otro ataque a la base militar de Inata, en el norte del país, en noviembre de 2021, aumentó la ira hacia el gobierno.

Más de 50 miembros de las fuerzas de seguridad fueron asesinados. Surgieron informes de que la base había enviado un mensaje de socorro dos semanas antes del ataque pidiendo raciones de alimentos y equipo adicional, que nunca llegaron.

El presidente despidió a su gobierno y nombró a un nuevo primer ministro y ministro de Defensa antes de las conversaciones de reconciliación nacional con la oposición.