Diseña Sistemas
En vez de enfocarte en metas, enfócate en crear sistemas que faciliten la formación de hábitos. Cuando te enfocas en tu meta te parece difícil porque la gratificación no es inmediata. Además, es abstracto hablar de metas. En cambio, si creas sistemas y te enfocas en comportamientos específicos, la gratificación puede ser inmediata y deja de ser solo un deseo o meta abstracta para convertirse en una acción con un resultado tangible e inmediato.
Ejemplos:
Tu meta es bajar tu % de grasa. Tu sistema es medir y apuntar tu ingesta de calorías diaria y hacer cardio todos los días. Supones que bajar tu % de grasa te hará sentir bien en el futuro pero enfocarte en tu comportamiento en el presente es lo que te hará sentir que tienes el control de tu vida y te dará gratificación inmediata además de acercarte a tu meta.
Tu meta es mantener tu habitación ordenada. Tu sistema es hacer tu cama al despertar, devolver cada objeto a su lugar después de utilizarlo, poner la ropa en el cesto de la ropa sucia después de usarla y asear el piso una vez por semana. Cuando tomas acción, sin darte cuenta ya estás creando sistemas y adoptando nuevos hábitos. En cuanto menos lo esperes ya habrás alcanzado tu meta.
2. Re-plantea tu Identidad
Olvídate de la historia que te has contado durante tu vida acerca de ti misma. Deja atrás la imagen que te has formado de ti misma. No eres lo que los demás creen que eres. No serás lo que los demás quieren que seas. Hoy puedes ser quien tú quieres ser. Re-plantea tu identidad. Modifica el concepto que tienes acerca de ti misma y elimina adjetivos negativos.
Ejemplo:
Vieja Identidad: Toda la vida has tenido la creencia de que eres despistada y te has puesto adjetivos que alimentan esa creencia. Te hablas así: “Soy muy despistada, me distraigo fácilmente y todo se me olvida”.
Nueva Identidad: Te describes de forma positiva: “Pongo atención y retengo la información que recibo”.
Resultado: Crear el hábito de poner atención pues ya no te lo impide tu vieja identidad.
3. Aplica la Regla 21/90
La regla 21/90 dice que lo que haces por 21 días consecutivos se convierte en un hábito y lo que repites por 90 días seguidos se convierte en tu estilo de vida. Ésta regla se basa en disciplina y repetición. Es muy sencillo, sólo tienes que comprometerte.
Ejemplos:
Leo 5 minutos cada noche durante 21 días consecutivos.
Medito 10 minutos cada mañana al despertar por 21 días seguidos.
4. Escribe, Verbaliza o Visualiza tus Malos Hábitos
Ésta técnica es utilizada en PNL para reemplazar viejos comportamientos por nuevas conductas. Visualízate llevando a cabo una conducta que quieres eliminar de tu vida. Después imagínate llevando a cabo el comportamiento que deseas o ejecutando la acción positiva que quieres implementar a tu vida. Por último, cierra tus ojos y siente la emoción de los resultados de haber reemplazado una acción por la otra. También puedes expresarlo con palabras o escribirlo.
Ejemplo:
Supongamos que quieres eliminar el hábito de fumar. Cierra tus ojos y visualízate fumando un cigarrillo. Piensa en las consecuencias o sensaciones negativas de tu hábito. Ahora visualízate al aire libre, con tus manos libres del cigarrillo, extendidas mientras sientes el viento en tu cuerpo y disfrutas de un aroma fresco. Por último, emociónate, disfruta de la sensación que te provoca haber dejado el cigarrillo y reflexiona acerca de las consecuencias positivas que traerá a tu vida.
5. Reemplaza lo Perdido
Cuando comienzas a construir nuevos hábitos, naturalmente eliminas otros hábitos de tu vida para reemplazarlos por los nuevos. Es común que sientas que estás teniendo una pérdida y por eso te sugiero que reemplaces los perdido.
Ejemplo:
Quieres implementar el hábito de comer saludable y esto implica reducir tu ingesta de azúcar. Estás acostumbrada a comer un bocado dulce después de cada comida. Vas a dejar de comer postre después de cada alimento, pero vas a reemplazarlo por un té calientito que te haga sentir saciedad y que sea saludable.
6. Evita las Tentaciones
Cuando vas a adoptar nuevas conductas es probable que estés vulnerable y que fácilmente pierdas la motivación. Es común que te sientas así porque no estás acostumbrada a ese nuevo comportamiento, no has experimentado sus beneficios aún y no te has comprobado a ti misma que lo puedes lograr. Por eso, es muy importante que evites tentaciones cuando empiezas a formar hábitos.
Ejemplo:
Vas a formar el hábito de despertar a las 5:00 am todas las mañanas. Entonces, vas a evitar la tentación de apagar tu alarma para dormir más y lo vas a lograr dejando tu teléfono lejos de tu cama.
7. Rodéate de Personas con un Estilo de Vida como el que Deseas
Procura rodearte de personas que admiras y que llevan un estilo de vida como el que tú quieres vivir. Las cinco personas a las que más frecuentas tienen un impacto significativo en quién eres, por eso es importante que elijas con quién vas a compartir tu tiempo. Rodearte de personas con comportamientos como los que tú quieres implementar a tu vida facilita tu camino. Estar cerca de éstas personas no sólo te mantendrá motivada, sino que además podrás aprender de ellos.
Ejemplo:
Quieres formar el hábito de ahorrar dinero. Frecuenta personas que ya están ahorrando. Rodéate de personas con las que puedas disfrutar de un plan casero, una caminata al aire libre o cualquier actividad que promueva tu nuevo hábito del ahorro. Haz preguntas a éstas personas, aprende de ellos y mantente enfocada. Normalmente estas personas tendrán recomendaciones y podrás aprender de su experiencia. Evita rodearte de personas que no tienen educación financiera. Estando cerca de éstas personas no te mantendrás motivada para ahorrar, en cambio, para estar cerca de ellas tendrás que gastar.
Cómo ahorrar dinero.
8. Recuérdate las Consecuencias de tus Hábitos Negativos
Es importante hacer consciencia acerca de las consecuencias de nuestra conducta. Recuérdate porqué no quieres ese comportamiento en tu vida. Aprende de tu propia historia y no la repitas. Reflexiona acerca de cómo ese hábito te perjudicó y cómo podría mejorar tu vida al dejarlo ir.
Ejemplos:
Cuando me duermo tarde no tengo energía al día siguiente, entonces voy a dormir temprano.
Cuando no preparo alimentos para la semana compro comida rápida, gasto dinero y mi estómago lo resiente, entonces voy a preparar algunos alimentos para mi semana de trabajo.
9. Crea un Entorno Propicio para los Buenos Hábitos
Será más fácil que adoptes nuevas conductas si el entorno es propicio para eso que quieres lograr. Hazte el camino más sencillo creando un ambiente congruente con el hábito que quieres implementar.
Ejemplos:
Quieres ser más eficiente y aumentar tu productividad en el trabajo pero constantemente te distraes con tu teléfono. Un entorno ideal para optimizar tu tiempo en el trabajo sería aquel sin eso que te está distrayendo. Entonces, vas a poner tu teléfono en silencio en un cajón.
Deseas mejorar tu salud y tu alimentación. Un entorno propicio para mejorar tus hábitos de alimentación sería aquel sin comida chatarra. Entonces, en tu casa solamente tendrás comida que te ayude a fomentar el hábito de comer saludable.
10. Rompe Asociaciones
Has adquirido la mayoría de tus hábitos de manera inconsciente a lo largo de tu vida. Tal vez no has cuestionado el porqué de tus conductas y sólo ejecutas acciones de forma automática. Esto sucede porque hay asociaciones arraigadas en tu cerebro y necesitas romperlas para poder cambiar tus hábitos. En seguida te comparto un ejemplo.
Ejemplo:
Cada vez que vas al supermercado y pasas junto al área de panadería hueles los panecillos y se te antojan. Entonces te compras un panecillo, te lo comes y asocias la idea de ir al supermercado con comer panecillos. Si cuando vas al supermercado dejas de comprarte un panecillo, dejarás de asociar esa experiencia con la gratificación de comerte un pan. No porque huelas el delicioso aroma de la panadería tienes que comerte un pan.
11. “Algo” es Mejor que “Nada”
En ocasiones no incorporas nuevos hábitos a tu rutina porque quisieras hacer todo de un golpe y ver resultados inmediatos. Quizás te vengan a la mente pensamientos extremos de “todo” o “nada”. Por más pequeña que parezca una acción o una conducta, con repetición y un paso a la vez notarás un gran progreso. Te voy a explicar esto de forma muy sencilla con un ejemplo.
Ejemplo:
Hace un año te surgió el deseo de escribir un libro, pero te sientes abrumada con tu horario de trabajo y tus responsabilidades y no has comenzado. Aquí es en donde puedes aplicar el concepto de “algo” es mejor que “nada” para construir hábitos. ¿Cómo lo vas a hacer? Decides escribir 2 páginas diarias. Parece poco, pero al cabo de 21 días ya tendrás 42 páginas escritas y además habrás creado un hábito.
12. Automatiza
Haz que tus hábitos sean fácil de implementar automatizándolos. Procura hacer un hábito inmediatamente después de otro hábito. Con la repetición, esto se volverá una conducta natural, una rutina y un estilo de vida.
Ejemplo:
Hábito: Me despierto a las 5:00
Hábito: Me estiro
Hábito: Hago mi cama
Hábito: Leo 10 minutos
Este es un ejemplo de 4 hábitos que no toman mucho tiempo y al hacer uno inmediatamente después de otro se convertirá en una rutina que harás automáticamente.
13. Remunérate
Cuando hayas adquirido un nuevo hábito positivo… ¡celébralo! La mejor remuneración es disfrutar de los beneficios del hábito en sí, pero puedes premiarte de la forma que más te guste para que te mantengas motivada. Recuerda hacer tus hábitos divertidos y disfrútalos. Convierte tus rutinas en rituales poniéndoles tu toque personal.
14. Elige los Hábitos que Vayan Mejor con tu Estilo
Cada persona tiene objetivos y necesidades diferentes. Lo que funciona para una persona puede funcionar o no para otra. Elige los hábitos que vayan mejor con tu estilo y no te compares con los demás.
15. Reflexiona Constantemente
Reflexiona acerca de tus hábitos. Pregúntate si le suman o le restan a tu vida. Ajústalos y modifícalos cada vez que sea necesario. Incorpora nuevos hábitos y experimenta.