Según el estudio Disintermediating your friends, publicado por la Universidad de Stanford ya en 2019 y para el que fueron entrevistadas más de 5.000 personas entre 2009 y 2017: “El porcentaje de parejas heterosexuales que se han conocido virtualmente ha crecido a pasos agigantados en las dos últimas décadas. Si en 1995 ese porcentaje era del 2%, en 2017 esa cifra ya era del 40%. Si cuatro de cada 10 parejas heterosexuales formadas en 2017 se conocieron gracias a Internet, el porcentaje aumenta a seis de cada 10 en el caso de las parejas homosexuales”. Y así, cada año más, desde entonces.

Este es el mundo en el que la #fotopolla (#fotopito) se ha vuelto la cosa menos original posible, la más aburrida. Y a ver, sinceramente, cuántas fotos de tu pene hacen falta para que deje de sorprender. Un pene, por bonito que sea, no tiene tantos ángulos como para seguir siendo sujeto de interés después de un par de fotos porque a ver, además de ponerse firme, ¿Qué otros trucos sabe hacer tu pene?

Y ahí está la cosa, que la imagen fija de tu pene no resulta muy seductora. Está bien saber cómo es, lo que representa, incluso bien poder admirarlo un rato, dejar caer un par de cumplidos, pero… ¿Qué le dice una imagen de tu pene a alguien que lo que está esperando es una experiencia sexual real con tu tú completo? Poca cosa, la verdad. Y si crees que la imagen de tu miembro es todo lo que tienes para ofrecer, amigo, nos enfrentamos a un problema.