El llamado criterio de oportunidad parece ser una historia sin final feliz, aunque todo el hilo conductor de la misma desemboca en el expresidente Enrique Peña Nieto.
Parece una estrategia montada alrededor de importantes fichas del sexenio pasado cuya pirámide escala hacia la máxima autoridad de esa administración, el entonces Ejecutivo federal.
Hasta ahora se han acercado a la posibilidad de dar información a las autoridades sobre el saqueo de los bienes nacionales y la gran corruptela de ese sexenio diversas figuras prominentes que dan sus versiones sobre lo sucedido en ese gobierno, cobijándose bajo el sistema de justicia mexicana.
Los declarantes (soplones les dicen en la delincuencia) son personajes que están señalados como parte de esa compleja maraña que desemboco en las campañas políticas del PRI y que también benefició a esos personajes.
Se trata de una entramada red de complicidades que alcanzó los altos estratos de la política mexicana y que según los acogidos al criterio de oportunidades estuvo rodeado de políticos, académicos, burócratas y todo tipo de personas sumamente corruptas que salieron beneficiados.
Hasta el momento son tres los personajes que se encuentran protegidos por el manto de la autoridad mexicana y que canjean sus declaraciones a cambio de impunidad, algo que es una constante en el sistema judicial mexicano.
Son casos distintos, aunque todos mantienen en la mira a dos personajes que fueron las máximas figuras del sexenio pasado: Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray.
El primero en acogerse a la figura de criterio de oportunidad fue Emilio Lozoya Austin, ex director de PEMEX y quien fue relevado del cargo por diferencias con el entonces secretario de Hacienda, Luis Videgaray.
Todo lo que reveló Lozoya Austin en sus declaraciones se conocía, aunque solamente de oídas, por lo que ratificado por el ex director de PEMEX, por lo que se evalúan la viabilidad de las pruebas aportadas por el acusador.
Según se sabe Lozoya Austin ratificó los sobornos de ODEBRECHT, la empresa brasileña que aportó varios de millones de dólares de soborno que fueron usados en la campaña presidencial de Peña Nieto. Lo destacado de la declaración de Lozoya Austin es que el propio candidato sabía de esos dineros.
En el asunto fueron revelados los sobornos a diputados y senadores que aprobaron la Reforma Energética y en el enredo estuvo involucrado Luis Videgaray, a decir de Lozoya Austin.
Para la fabricación de la investigación se detuvo al ex director de PEMEX en España se le extraditó, llegó a México, fue hospitalizado, llevado a declarar y enviado a su casa, con la protección de la ley. De los sobornos recibidos y de los chanchullos realizados, el gobierno mexicano no ha recuperado nada.
Otro Emilio, Zebadúa González se acogió al mismo sistema de criterio de oportunidad, fue y declaró, ensució a la ya para entonces detenida Rosario Robles Berlanga y despejó algunas dudas sobre la “Estafa Maestra”, una operación que dispuso de más de siete mil millones de pesos del erario, en beneficio de unos cuantos y con destino a las campañas políticas del partido tricolor.
Zebadúa González era el hombre de confianza de Robles Berlanga en cuanta oficina pública ocupó el sexenio pasado y para librar cualquier acusación en su contra embarró a la ya detenida Rosario Robles.
Ahora Rosario Robles se acoge al mismo criterio de oportunidad y amaga con revelar lo sucedido con ese proyecto en que se destinaba dinero a universidades públicas y radio y televisoras del gobierno, para darle la vuelta y regresar a su origen.
Los dardos de Rosario apuntan hacia Luis Videgaray, ex secretario de Hacienda, quien ya negó cualquier involucramiento y podría, en su caso, acogerse al criterio de oportunidades, mediante el que todos eluden responsabilidad alguna y señalan que tenían un jefe al que obedecían.
De ocurrir esto, solamente quedaría un eslabón suelto y ese apunta hacia el expresidente Enrique Peña Nieto, de quien habría que ver cómo reacciona y si se ajusta al mismo criterio y ver a quien podría acusar, ya que, supuestamente, era el escalón máximo, aunque podrían conocerse algunas cuestiones que todavía se manejan con secrecía.
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Dante Pinal un comunicador que fungió como tal en FONACOT el sexenio pasado fue inhabilitado por 10 años y multado con 34 millones de pesos, por supuestos malos manejos. Él si fue sancionado y los pesos pesados de la política obtienen el beneficio del criterio de oportunidades para pasar impunemente por las oficinas públicas, la vida es injusta para unos y complaciente para otros.
Email: ramonzurita44@hotmail.com