La enfermedad causada por hantavirus o hantavirosis surgió en Chile a
mediados de la década del 90 y desde entonces ha evolucionado como un
problema emergente de salud pública.
Clínicamente se describen dos síndromes causados por hantavirus:
aquellos del Viejo Mundo (Asia y Europa) que producen la fiebre
hemorrágica con síndrome renal (FHSR) y los del Nuevo Mundo que
causan el síndrome cardiopulmonar por Hantavirus (SCPH). El SCPH ha sido
identificado solamente en el continente americano o en viajeros que han
visitado este continente.
El agente etiológico es un virus ARN del género hantavirus, perteneciente a la familia Bunyaviridae.
El modo de transmisión más importante es por inhalación de aerosoles
provenientes de las heces, orina y saliva de roedores portadores. Otras
posibles vías de inoculación son las mucosas conjuntival, nasal o
bucal), mediante el contacto de las manos contaminadas con el virus, por
contacto íntimo o estrecho con un paciente especialmente durante la
fase prodrómica. Excepcionalmente, puede adquirirse la infección por
ingestión de alimentos o agua contaminada con secreciones infectadas o
por la mordedura del roedor.