Tras varios intentos fallidos por retrasar su comparecencia ante los tribunales de Los Ángeles, e incluso el propio curso de la justicia, después de ser convocado para prestar declaración a raíz de los once delitos sexuales que se le imputan en la costa oeste de Estados Unidos, el denostado productor Harvey Weinstein se presentó finalmente ante la corte para declararse inocente de todas esas acusaciones, entre las que se encuentran cuatro cargos por violación.
Además de negar su responsabilidad en los once supuestos que se investigan, los abogados del antaño rey midas de Hollywood han interpuesto los correspondientes recursos para desestimar tres de ellos, aludiendo a un defecto de forma que le impediría ser juzgado por esos presuntos crímenes.
La descripción específica de las acusaciones fue desvelada públicamente ayer miércoles y con motivo de los preparativos para las vistas orales del proceso.
Concretamente, a Harvey Weinstein, ya cumple una condena de 23 años de prisión tras ser declarado culpable de varios delitos de índole sexual y también ligados al acoso laboral en Nueva York.
Pero ahora se le atribuyen ahora las cuatro violaciones propiamente
dichas, un caso de copulación oral forzosa y relaciones sexuales no
consentidas a través de la inmovilización y el uso de la fuerza: todos
ellos cargos de la misma naturaleza pero que incorporan diversos
matices.
Según la legislación californiana, la fiscalía y las acusaciones
particulares tienen 120 días desde la primera comparecencia de Weinstein
para realizar todos los trámites necesarios y previos al comienzo del
juicio oral, por lo que se estima que el productor podría ser juzgado
como tal a partir de la segunda quincena de noviembre.