logo
header-add

Hernán Bermúdez; el hombre del que ahora todos saben su historia

por José Luis Camacho
24-09-2025

Comparte en


José Luis Camacho Acevedo

Ha sido vinculado a proceso Hernán Bermúdez Requena por haber cometido una serie de muy delicados delitos hartamente punibles.

Era lo menos que podría esperarse en relación a un personaje del que ahora, casi todos, políticos y periodistas, sabe, con pelos y señales, todo sobre su carrera delictiva.

Es ciertamente un reflejo del oportunismo que campea en esos ámbitos, el de los medios y el de la política, el que ahora, y nunca antes de que fuera denunciado como jefe del cartel de La Barredora, se hable, en tono condenatorio, de Bermúdez.

Circulan videos en los que autoridades de Tabasco piden la renuncia del hoy defenestrado amigo y socio de políticos y empresarios.

Son testimonios de una condena a modo para Bermúdez. Lo rematan en los medios, pero le hacen reconocimientos a la altura de un héroe civil.

Eso despide un olor muy fuerte a complicidad.

Lo que está faltando en la historia que ahora se cuenta de Bermúdez Requena, es que se revele, de una vez por todas, el hilo conductor que lo ata, de manera indisoluble, a personajes del tamaño público de Andrés Manuel López Obrador y de Adán Augusto López Hernández.

Ayer las ocho columnas del periódico El Independiente de mi amigo Carlos Ramírez, señala contundentemente: “Murat, Haces, Monreal, en Corrupción española”.

Y la conexión llega hasta el huachicol fiscal.

O en otras latitudes, se informa de una alianza entre Luis Videgaray y el hermano del yerno de Donald Trump, para conformar una mega empresa de la más alta tecnología de Inteligencia Artificial.

¿De dónde sacó Videgaray tanto dinero como para andar jugando en esas grandes ligas financieras?

Igual que con la historia de Bermúdez que ahora todos dicen conocer, nadie ha respondido al señalamiento del departamento del Tesoro en Estados Unidos sobre la corrupción que existió en las aduanas de México, desde Enrique Peña Nieto hasta López Obrador, por mencionar un periodo reciente y que sería fácil de investigar.

¿No estarán en la misma tesitura que les señala El Independiente a Pedro Haces, Alejandro Murat o Ricardo Monreal los hijos de Andrés Manuel López Obrador?

Decía yo en mi columna del lunes pasado que, para tapar la corrupción descubierta de personajes del sexenio pasado, lo más fácil era construir distractores de alto calado como el hecho de insistir en una presunta debilidad de la presidenta Claudia Sheinbaum.

¿Debilidad presidencial?

Los golpes como el propinado a todos los involucrados en el huachicol fiscal; o la vinculación a proceso que ayer mismo se le dictó al líder del cartel tabasqueño de La Barredora, Hernán Bermúdez, de ninguna manera representan una señal de debilidad presidencial.

Por el contrario, son acciones que, por encima de la narrativa protocolaria de Sheinbaum en el sentido de “excusar” a López Obrador de todas las acusaciones que le imputan a diario los medios, los partidos de oposición y la sociedad civil, que ratifican su independencia a la hora de tomar las decisiones que mantienen vigente al país frente a las duras presiones del vecino del norte.

En política nada es para siempre.

Ni la gloria del poder, ni la impunidad frente a la corrupción denunciada.