¡Cómo molesta una llaga en la boca! Y ¡qué dolorosa resulta una pupa en el labio! Las aftas y los herpes, para muchos más conocidas como llagas en la boca y pupas en el labio, son algunas de las enfermedades más habituales de la mucosa oral que, sin un correcto tratamiento y prevención, pueden convertirse en crónicas.
Las aftas son pequeñas úlceras de fondo blanco y bordes rojos que aparecen en el interior de la boca, en la zona de las mejillas, labios, encías o la lengua. Su aparición se relaciona, en muchos casos, con un déficit de vitaminas, con alteraciones hormonales, estrés, traumatismos o el uso de ortodoncia. No se contagia y aunque en ocasiones son de tamaño reducido, pueden resultar muy molestas, sobre todo a la hora de comer, pero también al hablar o con bebidas o alimentos ácidos.
Las pupas en los labios o herpes son ampollas con líquido que aparecen alrededor de la boca y que son víricas, puesto que su origen es el virus del herpes, conocido por sus siglas VHS. Al contrario que las aftas, estas pupas sí que son contagiosas, por lo que hay que evitar que la zona afectada entre en contacto con la piel o mucosas de otras personas. Una vez que las ampollas se rompen se suele formar una costra que dura varios días, aunque acaba desapareciendo, generalmente sin dejar cicatriz. No hay una cura definitiva pero sí tratamientos que ayudan a controlar los brotes, reducir su frecuencia, extensión y duración.
La doctora Gui-Youn Cho Lee, especialista del Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital Universitario de Torrejón, gestionado por el grupo sanitario Ribera, explica que la estomatitis aftosa recidivante afecta a los tejidos blancos de las mucosas y es muy frecuente. Hasta el punto de que se ha calculado que la padece el 15-20% de la población mundial, aunque es más frecuente en mujeres de entre 10 y 19 años de nivel socioeconómico alto. Entre los factores que predisponen a su aparición destacan:
- Déficit de vitamina B12, ácido fólico y hierro.
- Alteraciones hormonales: fase premenstrual, tras el parto.
- Intolerancia al gluten.
- Déficit de IgA (inmunoglobulina, afecta al sistema inmunitario)
- Infecciones.
- Neutropenia cíclica (afección crónica de los neutrófilos poco frecuente)
- Sida.
- Colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn.
- Traumatismos
- Depresión
- Estrés
También se han identificado algunos alimentos que, según para qué personas, pueden resultar desencadenantes en la aparición de estas úlceras, como algunos vegetales, la leche, el chocolate, la miel, ciertos quesos, crustáceos y fruta. La doctora Gui-Youn Cho Lee explica que no hay tratamiento preventivo pero que una vez aparecidas la o las aftas los corticoides tópicos en forma de gel o crema “son eficaces”. “En los casos más graves, el tratamiento será a base de esteroides sistémicos durante una semana y los enjuagues con clorhexidina o tetraciclinas alivian temporalmente a algunos pacientes. Actualmente, han aparecido en el mercado compuestos de ácido hialurónico que ayudan a paliar los síntomas” explica nuestra especialista, al tiempo que recuerda que “si hay deficiencia de vitamina B12, ácido fólico o hierro, los suplementos dietéticos pueden resultar útiles para ayudar a su curación”.
En caso de duda sobre el tipo de afección de la mucosa bucal, lo ideal es acudir a un especialista como los de Ribera Dent, la división dental del grupo Ribera, para que nos faciliten el tratamiento más adecuado y que nos permita sanar antes la zona de la boca afectada.