Mauricio Valdes
Ayer el Presidente Andrés Manuel López Obrador cumplió con
la disposición constitucional de rendir su II Informe de Gobierno. Han sido dos
años extremadamente complicados para todos, principalmente para familias por la
pérdida de vidas humanas, a quienes envío mis condolencias. De eso comentaré.
Por una parte, el creciente número de homicidios dolosos
producto de la inseguridad heredada; por la otra, el dolor por la dolorosa
partida de más de ciento cinco mil seres que fallecieron a causa de la terrible
pandemia que enluta al mundo. Así como los consecuentes efectos en la economía
nacional, y principalmente familiar, por el cierre de fuentes de trabajo,
pérdida de salarios y el establecimiento de la educación a distancia. A pesar
de todo, su gobierno ha tenido que continuar, enfrentar esa dura realidad y
realizar cambios de rumbo.
En el tema de Salud, el Gobierno Federal ha realizado muchos
esfuerzos a partir de una estrategia que ha sido criticada por la falta de
detección oportuna de contagiados para ser tratados a tiempo, justo antes de
que sea irremediable. Poco se dice, pero el precio de los medicamentos se ha
elevado exponencialmente, así como el costo de medicinas y servicios médicos.
En el tema de seguridad, se observa una estrategia para
enfrentar la inseguridad, pero se critica la carencia de estrategia para
construir una sociedad segura. Todos los días nos enteramos de noticias por la
destrucción de estupefacientes y la detención de delincuentes, así como del
seguimiento de la pista del dinero sucio. Pero pareciera que los delincuentes
van adelante en su capacidad de creación de nuevas estrategias.
La rentabilidad del mercado de las drogas sigue siendo muy
alto. Se identifica con las carencias educativas, culturales, afectivas y de
actitud de los delincuentes. Pareciera que la legislación y su aplicación lucen
obsoletas y no los desalienta. Se atacan los efectos, pero las causas siguen
pendientes. Mientras la mayoría de los medios de comunicación parecen promover
al anti-héroe y los anti-valores.
En Salud, el virus ha encontrado una población desnutrida,
con viviendas precarias, que cuando uno de los integrantes de la familia se
contagia, no hay donde aislarlo, porque sobre viven hacinados en un cuarto.
El esfuerzo gubernamental es enorme, pero sin la
colaboración de la sociedad, se diluye, se pierde, se desperdicia.
Afortunadamente la atenuante han sido los programas sociales. El Presidente
continúa respaldado por las mayorías.
Y cuando llegue la tan ansiada vacuna, esperemos no suceda
como en 2010, las acusaciones del conflicto de intereses, por el perverso
negocio de los laboratorios contra la gripe porcina.