El Índice de Precios de la Canasta de Consumo Mínimo (IPCCM) registró una variación anual de 7.15% en octubre, con lo que se completan 10 meses fuera del rango objetivo y del límite permisible de inflación. Además, supera la variación del índice general, que fue de 6.2 por ciento.
Integrado por 176 productos y 299 servicios genéricos, este subíndice fue incluido hace un año en la información que difunde el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) cada mes como un subíndice del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).
Incluye productos que atienden a recomendaciones nutricionales en la parte alimentaria y bienes y servicios de carácter esencial en la no alimentaria, como son el vestido, transporte, salud, educación y recreación, definidos por las líneas de pobreza por ingreso que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política del Desarrollo Social (Coneval) emplea.
El antecedente inmediato del IPCCM, es el Índice de Precios al Consumidor de la Canasta Básica, publicado a partir de 1998.
Su contenido no refleja un patrón de consumo actualizado al excluir bienes y servicios de consumo actual como el pollo, cebolla, jitomate y otros agropecuarios así como servicios como agua, educación, salud, taquerías, loncherías entre otros.
Sin embargo, el Inegi lo sigue midiendo y la información reporta una variación acumulada de 78.13 por ciento, pero el instituto no precisa más información sobre esta canasta.
Alcanza para menos
Lo cierto es que la inflación, que sigue en una trayectoria al alza desde hace ocho meses y alejándose cada vez mas del objetivo puntual de 3%, se siente cuando destinamos a la adquisición de la misma canasta de bienes y servicios más dinero.
Se siente cuando el desayuno típico de un restaurante, compuesto por huevos, café y jugo o fruta, se encarece y obliga al establecimiento a la sustitución de alimentos por otros con precios más competitivos; o si reducimos la frecuencia para comer fuera de casa para resurtir la despensa y así poder “estirar el dinero”, planteó el Director de Investigación Económica en el ThinkLab veracruzano SAVER, Luis Pérez Lezama.
Información del Inegi muestra que el subgrupo de alimentos, que forma parte del INPC, ha registrado una fluctuación anual de 8.31% al corte de octubre y se ha mantenido en tendencia al alza desde enero de este año.
Esta variación supera la trayectoria a 12 meses que reportó la inflación general en octubre, que se ubicó en 6.2 por ciento.
La misma información del Inegi, permite ver cómo se han encarecido los precios de los componentes del desayuno.
Al paso de un año, de octubre del 2020 al mismo mes del 2021, el precio del café ha registrado una variación de 4.51%, mientras la leche completó un aumento de 7.24% también anual.
Las frutas y hortalizas traen una variación anual de 5.76%, y con más detalle podemos encontrar que la naranja completa una fluctuación de 11.72% en su precio, mientras la manzana trae una variación de 25.60 por ciento.
Si agregamos huevos a la ecuación, su precio también trae una variación al alza de 12.11% anual. Si el gusto del comensal incluye jitomate, hay que sumar la fluctuación anual que trae esta hortaliza, de 2.05% o 27% si se prefiere al aguacate.
Y el acompañamiento para el huevo, que es a escoger pan blanco, que presenta ahora mismo una variación de 7.37% respecto del precio que tenía en octubre del año pasado, o la tortilla, que presenta una variación anual de 16.07 por ciento.