En medio de intervenciones cambiarias de algunas autoridades monetarias, principalmente China, Inglaterra y Corea del Sur, los mercados financieros rebotaron este miércoles, de la mano de Wall Street y la caída del dólar.
China decidió devaluar el yuan (el régimen cambiario no es de libre flotación, no se rige bajo la oferta y demanda) con el fin de hacerse más competitivo en exportaciones, ante la fortaleza del dólar.
Una devaluación del yuan impacta al mundo entero, ya que muchos de los productos del mundo tienen origen en China y con una moneda devaluada son más competitivos, explicó Juan Musi, analista y socio de Alpha Patrimonial.
En tanto, la huida de los inversionistas de la deuda emitida por el gobierno británico provocó una intervención, sin precedente, del Banco de Inglaterra este miércoles. La autoridad monetaria se lanzó a comprar bonos del gobierno para detener la salida de capitales y estabilizar la libra esterlina, pues dicha sangría ponía en riesgo la estabilidad del sistema financiero londinense, luego de la tormenta en los mercados que provocó el plan fiscal de la primera ministra Liz Truss.
Los mercados consideraron que bajar impuestos en un entorno inflacionario es un disparo en el pie.
Tras la intervención monetaria en el Viejo Continente, los mercados financieros moderaron el pesimismo. El euro volvió a rozar sus mínimos de más de dos décadas al bajar a 0.95 dólares. La divisa británica remontó el martes hasta 1.08 dólares, pero ayer se replegaba hasta los 1.06. Después de las acciones de la autoridad monetaria inglesa, el euro regresó a 0.9731 dólares y la libra a 1.0879.