José Luis Camacho Acevedo.
El gobernador de Chihuahua, Javier Corral
Jurado, tiene muy predecibles intenciones de ser, primero, líder nacional del
PAN después de las elecciones de junio próximo, y posteriormente, tal y como lo
hizo Ricardo Anaya, desde esa posición lograr la candidatura presidencial del
PAN para el año 2024.
Hábil para generar debates en los que o se
victimiza ante los descalabros políticos y mediáticos en los que cae
frecuentemente, o se convierte en severo acusador de sus opositores.
Corral ha hecho mancuerna en un afán
separatista, balcanización la han llamado no pocos analistas, con otro abierto
precandidato presidencial como es el mandatario jalisciense Enrique Alfaro.
Con sus artes que pueden de brujos políticos o
hechiceros del mismo orden, Corral y Alfaro han logrado meter en su grupo
secesionista a 8 gobernadores, unos mañosos y otros ingenuos, para que les
hagan coro en su confrontación protegida con el gobierno federal de Andrés
Manuel López Obrador.
Del grupo alfarista-corralista se pueden considerar
muy legos en materia de maniobras políticas al guanajuatense Diego Sinhué
Rodríguez Vallejo y José Ignacio Peralta Sánchez, de Colima.
Más cuajados en el arte de la maniobra política
están, sin duda, Miguel Ángel Riquelme Solís, de Coahuila; Jaime Rodríguez
Calderón, de Nuevo León; Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez; Michoacán, Silvano
Aureoles Conejo; Tamaulipas y Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
Cuidadosos son los mandatarios de Aguascalientes,
Martín Orozco y de Durango José Rosas Aispuro, quienes secundan al grupo en
demandas concretas ante la federación y en las razones que el grupo expuso para
definir su salida de la inoperante CONAGO, pero sin ánimos de rebeldía
antiAMLO.
Al grupo Alfarista-corralista no se les sumaron
mandatarios panistas como el queretano Francisco Domínguez (quien también es
mencionado como un muy probable líder
nacional del PAN una vez que termine su mandato), Carlos Joaquín González de
Quintana Roo, quien está por ahora dedicado de tiempo completo a la
reactivación económica de su entidad y a lograr la recomposición del tejido
social que tan destrozado le dejó el impresentable de Roberto Borge, Carlos
Mendoza Davis de Baja California, Mauricio Vila de Yucatán, todos ellos de
extracción panista.
Una impronta muy apegada a la realidad de la
personalidad política-psicológica de Javier Corral la publica hoy en su columna
el experimentado y agudo Enrique Ibarra: “Dicho sea de paso, este pequeño
Madero le disputó en buena lid a Felipe Calderón como titular del Ejecutivo
federal, la candidatura a presidente del PAN y la ganó Gustavo Enrique, pero al
final lo traicionó el secretario general Ricardo Anaya. Después fue secretario
de Gobierno de Chihuahua con Corral y terminó en el Senado de porro con el
fracasado intento de impedir que Rosario Piedra rindiera protesta como
presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, al no prosperar la
negociación que en lo oscurito construían panistas con Ricardo Monreal.
El viernes 25
durante la mañanera, el subsecretario de Seguridad Pública
federal formuló graves acusaciones a Corral y sus aliados que participan en la
toma de la presa y la ruidosa campaña contra la Guardia Nacional y ahora contra
el presidente de México. Quizás se pueden resumir así:
Existe una red
de acaparadores del agua y “presuntamente delincuentes”; el gobernador
Corral acordó en diciembre pasado, junto con sus homólogos de Tamaulipas y
Coahuila, cumplir con el acuerdo negociado hace 76 años, a partir del cual
México recibe cuatro veces más agua de la que entrega cada año; el primero de
agosto Corral Jurado firmó la Propuesta para una extracción equilibrada
y transparente en la cuenca del río Bravo. Y por si no fuera
suficiente “filtra información” sobre las matutinas mesas de seguridad a
la dirigencia del PAN encabezada por Marko Cortés, el Señor de los moches.”
¡Panistas, cuidado con Javier Corral!
EN TIEMPO REAL
1.- El próximo fin de semana las casas encuestadoras
contradas por el INE para que realizarán el sondeo para elegir al próximo
dirigente nacional y secretario de Morena, dará a conocer los nombres de los seis
finalistas más conocidos, lo cual dará una señal muy clara del destino del
partido del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El gran favorito en caso de que se den condiciones de
realizar una elección sigue siendo Mario Delgado; lo acompañan Gribán Ramírez, Yeidckol
Polevnskyy Porfirio Muñoz Ledo, Javier Hidalgo y Alejandro Rojas, sin embargo,
este último ya se bajo de la contienda.
Para la secretaría general, Citlalli Hernández se
encuentra a la cabeza, le siguen Antonio Attolini, Donají Alba, Alejandro
González, Omar Mateos y Claudia Macías.
2.- En octubre próximo comenzará un relevo de
integrantes en el gabinete de Andrés Manuel López Obrador, que se hace más
necesario que nunca, después de los estragos que ha dejado la pandemia de
coronavirus en todos los ámbitos, además porque varios miembros del gabinete
tienen otras aspiraciones políticas.
Se retiran de sus cargos los secretarios de Seguridad
Ciudadana, Alfonso Durazo; Energía-Rocío Nahle y Educación, Esteban Moctezuma,
dos de los cuales serían relevados por el secretario ejecutivo del Sistema
Nacional de Seguridad Pública, Leonel Cota Montaño, y por el subsecretario de
Energía, Luis Abelardo González.
3.- El delegado del gobierno federal en Guerrero,
Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, es quien actualmente encabeza en todas las
encuestas las preferencias para convertirse en el próximo candidato al gobierno
por Morena.
Debido a su labor como delegado, Almílcar Sandoval ha
estado en contacto con al menos dos millones de los beneficiarios de los
programas sociales del gobierno de López Obrador, pero ha sabido realizar este
trabajo con la debida discreción para evitar contaminar su trabajo con los
escenarios políticos que se avecinan.