Al tiempo que el quarterback Jimmy Garoppolo caminaba lentamente hacia el vestidor, quizás por última ocasión como miembro de los San Francisco 49ers, se detuvo para recibir un abrazo del gerente general John Lynch.

Garoppolo y el último intento de remontada de los Niners acababa de verse arruinado cuando su pase desesperado a JaMycal Hasty rebotó de las manos del corredor y a las del linebacker Travin Howard de Los Angeles Rams.

Un confundido Garoppolo abrazó a Lynch de vuelta, al tiempo que ambos compartieron palabras reconfortantes después de la derrota de San Francisco por 20-17 ante sus rivales divisionales Rams en el Juego de Campeonato de Conferencia de la NFC, una derrota que ardió más, porque los Niners entregaron una ventaja de 10 puntos en el cuarto periodo, de un modo similar a como hicieron en el Super Bowl LIV.

Minutos más tarde, Garoppolo se paró frente a los medios presentes y detalló las emociones del momento, mirando directamente hacia una realidad de futuro incierto que probablemente culmine con él jugando para otro equipo la temporada que viene.

"[Las emociones] pegaron bastante fuerte en el vestidor", dijo Garoppolo. "Pienso que este par de días siguientes, realmente empezará a asentarse. Las emociones son altas después de un partido, ganes o pierdas, y es una de las cosas que debes agradecer que sucedieron, sonreír, y pensar en las cosas buenas. Veremos lo que sucede en el siguiente par de días, semanas, lo que sea, pero amo a este equipo. Simplemente, la pelea y batalla en este equipo a lo largo de todo el año ha sido realmente impresionante. Amos a esos tipos".