Carlos Ramírez
Como una versión
mexicana de Jurassic Park. El reino caído, algunos dinosaurios de la
vieja política escaparon de la reclusión y salieron otra vez al mundo
abierto: Porfirio Muñoz Ledo, Diego Fernández de Cevallos. Roberto Madrazo
Pintado, Vicente Fox Quesada y Manuel Bartlett Díaz y a ellos se ha unido una
versión junior de los dinos políticos del pasado: José
Woldenberg. Todos ellos con la intención de regresar al mundo al viejo
orden selvático de las reglas del viejo PRI.
El auto reciclamiento de Muñoz Ledo pudiera resumir el
momento regresivo: treinta y cinco años después del arranque de la Corriente
Democrática que ha dibujado el largo transitar elíptico de una transición
singular, ahora resulta que con la presidencia de uno de los miembros de ese grupo
priísta que está en el poder presidencial las cosas están igual que
antes y lo tachan de hacer lo mismo que criticaban hace siete lustros.
Sólo que Muñoz Ledo aparece como uno de los responsables directos de la construcción
de la presidencia de la república de Morena.
Pero el escenario es más amplio. Como en los tiempos de la
presidencia de Salinas de Gortari, el jefe Diego reaparece en la
vida pública con el disfraz de demócrata y, de modo inopinado, se ha convertido
en el héroe existencial de los antilopezobradoristas, sin que su pasado político
turbio, salinista, de golpeador y negativo sea recordado. Y se trata del
Diego que está repitiendo su papel salinista contra el tabasqueño.
Luego de incursionar en el negocio farmacéutico y de haber hundido
al PRI en 2006 en su peor votación --luego José Antonio Meade la bajaría a ras
de piso-- y de haber salido afectado por la estrategia lopezobradorista
de compra de medicinas, Madrazo regresa al ruedo político con un libro irrelevante,
pero con espacio en medios. Por razones de espíritu anti
lopezobradorismo, Madrazo es otro de los políticos usados en la disputa por el
poder. Y hay que ver cómo algunos comentaristas parecen beber las
opiniones del segundo candidato presidencial priísta derrotado.
Vicente Fox saltó por donde menos se le esperaba: por un doctorado
ignoramus causa, aunque, como siempre, desperdiciando oportunidades
porque ese extraño documento sólo le sirvió para burlarse de todos y, obvio,
sobre todo, del presidente López Obrador. Eso sí, Fox sigue a la espera de
salir beneficiado con la legalización de la marihuana,
Y desde antes del gobierno actual, Bartlett Díaz se paseaba
sin controles por el jardín jurásico de los tiempos de PAN-PRI y su sola figura
enseñoreaba la campiña salvaje de la política jurásica. Y aunque la CFE no es
una empresa con espacios políticos, faltaba más para asumir los vacíos
de la vieja política priísta-populista que permite el morenismo en boga.
Y la versión mexicana del Jurassic Park prefigura un
político que hace treinta años era la esperanza de la transición, que
ahora ha adquirido los derechos de autor de eso que llaman
transición y que explica, por cierto, la dominación jurásica de la política:
José Woldenberg, quien desde su cargo cada vez más en el olvido quiere reorientar
la política electoral por los canales que tuvo el IFE inventado por el
presidente Salinas de Gortari en 1990 para desviar el camino de la verdadera
democracia institucional y republicana con un consejo electoral monárquico de
Príncipes del poder excluyente. Hoy la política electoral es --bueno: dice que debiera
ser-- lo que Woldenberg dice.
En este sentido, el Parque Jurásico que se definía en islas
incomunicadas hoy ya llegó de nueva cuenta a tierras continentales del
poder en disputa y sus dinosaurios se han encontrado que nada ha
cambiado y que por ello se sienten otra vez como en casa propia.
Lo que queda es la expresión presidencial al referirse al regreso
del jefe salinista Diego:
--¡Ay nanita!
-0-
Sonora desafiante. La
declinación de Ricardo Bours a la candidatura a gobernador por Movimiento
Ciudadano dio indicios de que la alianza PRI-PAN-PRD-Coparmex en Sonora no
estaba garantizando la victoria y necesitaba apoyos. Y Bours mostró el
oportunismo político; abandonó a Movimiento Ciudadano justo cuando su candidato
a alcalde por Cajeme, Abel Murrieta, había sido asesinado de manera artera y se
sumó al PRI local que, cuando menos hasta hoy, es el responsable de la
seguridad en el estado. Signos y señales políticas.
Política para dummies: La
política tiene sus tiempos y sus destiempos.
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