Ronald Koeman escribió este miércoles un nuevo capítulo en el esperpento que protagoniza el Barcelona, acudiendo a la sala de prensa con papel en el que tenía escrito un discurso, que leyó en aproximadamente tres minutos antes de marcharse sin aceptar preguntas de los periodistas.
Desesperado, se diría, tras lo sucedido en los últimos días y cuando ya no es un secreto que el club, Joan Laporta, le busca sustituto, el entrenador holandés pidió "paciencia", reclamó "unidad" y suplicó "apoyo", avisando del momento "especial" que atraviesa el Barça y revelando que en esta situación "quedar en un alto ránking en la Liga sería un éxito... Y en la Champions no se pueden esperar milagros".
La decisión la tomó Koeman en primera persona, sin debatirla con nadie del club, dirigentes o ejecutivos, y la dándola a conocer simplemente a los capitanes de la plantilla, explicándoles que leería un comunicado sin aceptar preguntas. El hecho tomó por sorpresa a la directiva azulgrana y al propio Joan Laporta, que avanzó un día su viaje a Andalucía para acudir a las peñas de la zona antes de acompañar al equipo en el partido de Cádiz y conoció lo sucedido prácticamente en directo.
De entrada se sospechó, cuando el representante del club anunció que el entrenador solo leería un comunicado, que Koeman iba a presentar su dimisión... Después se entendió que no y que el técnico está dispuesto a llegar hasta donde haga falta en su pulso con la directiva (si es que éste existe) pero no dimitirá, al menos a corto plazo, y que su intención, como se interpretó en su comunicado, es trasladar a la opinión pública ese difícil momento que atraviesa el club.
Este fue el comunicado íntegro de Ronald Koeman:
Buenos días a todos, el club está conmigo en una situación de reconstrucción. La situación financiera del club está ligada a lo deportivo y esto significa que tenemos que reconstruir la plantilla sin poder hacer grandes inversiones. El fútbol necesita tiempo, los jóvenes pueden llegar a ser grandes en dos años. Lo bueno de reconstruir el equipo es que los jóvenes podrán tener oportunidades como en su día tuvieron Xavi e Iniesta. Pero se necesita paciencia. Quedar en un alto ránking en la Liga sería un éxito. Además, en la Champions no se puede esperar milagros. La derrota contra el Bayern de la semana pasada tiene que ser enfocada desde esa perspectiva.
El proceso en el que nos encontramos hace que la plantilla tenga que ser respaldada, con hechos y con palabras. Hay que respaldar este proceso. Yo sé que la prensa reconoce este proceso, no es la primera vez que ocurre en la historia del Barcelona.
Contamos con vuestro apoyo en estos momentos difíciles. Como plantilla y jugadores, estamos satisfechos con el apoyo que tuvimos ante el Granada. Visca el Barça.