José Luis Camacho Acevedo
El presidente López Obrador se sumó al llamado
de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y el viernes
pasado llamó a la ciudadanía a no salir a las calles de no ser absolutamente necesario,
así como a retrasar las reuniones y los regalos navideños hasta que sea
posible.
Este es el llamado más urgente que ha hecho el
primer mandatario desde el inicio de la pandemia, y es que la realidad ha
rebasado a las autoridades capitalinas, para quienes resulta casi imposible
poner el semáforo en rojo, no sólo porque la economía se colapsaría, sino
porque es posible que la ciudadanía no quiera acatar las medidas que ello implica.
Es ahora más necesario que nunca que los
capitalinos entiendan que la emergencia sanitaria es realmente preocupante,
porque la curva de hospitalizaciones se encuentra en franco ascenso,
acercándose a las cifras que se presentaron durante los meses de mayo y junio
del presente año.
En congruencia, Claudia Sheinbaum comenzó su
segundo informe de gobierno con un toque de silencio militar, en homenaje a las
18 mil 037 personas que han muerto por Covid-19 en la capital del país hasta el
4 de diciembre.
“Vivimos tiempos difíciles por la pandemia de
COVID-19 que ha representado para millones de habitantes mucho dolor por la muy
lamentable pérdida de vidas humanas. La pandemia también provocó una crisis
económica que ha implicado pérdida de empleos.
“Ha sido un año complejo; sin embargo, como
siempre, las y los habitantes de la Ciudad de México han mostrado su temple,
gallardía y participación para salir adelante”, abrió Sheinbaum en su discurso.
Para hacer frente a la pandemia, Sheinbaum
anunció nuevas medidas, que se dan a dos semanas de la puesta en marcha del
proyecto que contempla el uso de códigos QR en lugares públicos para detectar
redes de contagio.
Sin embargo, los capitalinos desoyen el llamado
a no salir de casa, para ellos es un color verde, por eso atiborran las calles
y tienen tiempo para pasear en familia o comer sobre la banqueta.
Es común ver gente en las calles, plazas
comerciales o restaurantes, nadie guarda la sana distancia y no les importa si la
persona de al lado lleva bien puesto el cubrebocas o si se lo retiró para
escupir o fumar.
Pero para mayor eficacia sería conveniente una
mayor coordinación con la estrategia que a su vez esta llevando a cabo el
gobierno del Estado de México, con la finalidad de cortar la cadena de
contagios por covid-19.
De acuerdo con cifras oficiales, 29% de las
hospitalizaciones en todas las instituciones que atienden a pacientes con el
virus en la capital mexicana, son habitantes de la entidad que gobierna el
priista Alfredo del Mazo.
Una alianza y coordinación entre los gobiernos
de Sheinbaum y de Del Mazo es probable, pues desde el inicio de la pandemia han
sabido ponerse de acuerdo por el bien de la población, dejando fuera los
protagonismos y el golpeteo político.