José Luis Camacho Acevedo
No pocas he pensado que existen algunos medios y algunos comunicadores que son detractores de oficio de AMLO y su 4T, es decir sin una conciencia crítica real de proporcionar a la sociedad una información que la oriente.
Y ello, definitivamente, no es una forma de periodismo profesional y me parece que, muchas veces, distorsiona la realidad y así confunde a la opinión pública.
Nadie puede olvidar el pasado siniestro como periodista de Televisa de Carlos Loret de Mola en el montaje que hizo de la captura de la francesa Florence Cassez y su presunta relación sentimental con Israel Vallarta.
Un repaso a Una Novela Policíaca del gran escritor Jorge Volpi, nos remite indefectiblemente a una toma de conciencia sobre el periodismo que hemos descrito como oficioso.
Pero si Loret es ahora un paradigma del periodismo de denuncia por sus diarias críticas al gobierno de López Obrador, no es con esa nueva actitud periodística como logrará que la sociedad lo convierta en un informador absolutamente confiable y sin compromisos.
Pero hay casos que, sin duda, son para meditar muy seriamente sobre la corrupción en el actual régimen.
Leo con pasmo una columna del Premio Nacional de Periodismo, Edgar Hernández, publicada en el portal RELEVANTE.MX, en la que documenta que la candidata de Morena al gobierno de Veracruz, y hasta hace unos meses Secretaría de Energía, es una cuenta habiente en paraísos fiscales como las Islas Bahamas, lugar al que transfirió cinco millones de dólares.
Solamente transcribirá dos párrafos de la columna de Edgar Hernández que dan luz a una estela de corrupción intolerable en la construcción de la refinería de Dos Bocas, una infraestructura que sigue sin funcionar y cuyo presupuesto inicial finalmente fue triplicado.
“De pronto ríos de dinero fluyeron de la nada a Paraísos Fiscales.
A los presuntos 100 millones estimados en propiedades familiares de la familia Nahle, sin contar el departamento en Nueva York que esta por darse a conocer, se suma otro escándalo por el descubrimiento de exportación de sumas millonarias en dólares a paraísos fiscales.
José Luís Peña, Jeff Ferguson y Rocío Nahle (SIG CODE VDR00038/CD-000947856GGA TREASURE BOND FUTURE), de acuerdo a un documento atribuido al Buró Federal de Investigaciones -FBI- que hace unas horas empezó a circular en las redes sociales, detectó exportaciones de divisas al First Caribbean International Bank, a Scotiabank Bahamas, Virgin Islands. Bank: Alhambra Bank a y al Bank of the Bahamas, por repetidos depósitos que oscilan entre los 100 mil y 370 mil dólares del 2021 a enero del 2024.
Las transferencias alcanzan cifras superiores a los 5 millones de dólares.”
“Son revelaciones explosivas que habrán de sacudir la campaña electoral de Veracruz: Rocío Nahle, candidata a gobernadora por Morena, y su esposo, José Luis Peña Peña, estarían vinculados a cuentas millonarias en el extranjero.
Este columnista ha tenido acceso a documentos que comprueban que Nahle y su esposo son titulares de no una, sino dos cuentas offshore en paraísos fiscales con montos que superan los 5 millones de dólares.
Ambos, Nahle y su esposo, son titulares de una empresa llamada Green Solutions constituida en dos cuentas diferentes. Una en las Bahamas, en el Bank of the Bahamas Limited bajo el número 58916701 y otro en las Islas Vírgenes en el Alhambra Bank and Trust, con cuenta N° 38106227.
La cuenta en Islas Vírgenes por un monto total de 2,806.974 millones de dólares. La cuenta en Bahamas por un monto total de 2,561.971 millones de dólares”
¿Es necesario el amarillismo de Loret para convencer a la sociedad mexicana que Rocío Nahle está en un gravísimo problema, tanto de credibilidad electoral, como de consecuencias penales?
Pues al tiempo, parafraseando el final de la columna de Edgar Hernández.