Está circulando el libro que escribimos en el Centro para la Reforma Gubernamental (CRG) con el Grupo Parlamentario de Morena en la Legislatura del Estado de México intitulado: La Deuda con el Pueblo Mexiquense, para significar la situación relevante en algunos temas de la situación de nuestro Estado.
Surgen de inmediato las preguntas fundamentales que incluyó el Profesor Maurilio Hernández, Coordinador del Grupo Parlamentario de Morena en la presentación de la obra: ¿Qué Estado tenemos? ¿Qué Estado deseamos? A propósito de la campaña y la competencia electorales que observamos, principalmente a través de los medios de comunicación con diversos llamados de las candidatas a gobernadora y sus alianzas partidistas.
Se trata de dos opciones bien diferenciadas: la de Alejandra del Moral Vela que carga la pesada dificultad de mostrar el potencial del continuismo o del cambio que trata de enarbolar; y la Maestra Delfina Gómez Álvarez con la bandera del cambio para la reivindicación de las causas más sentidas de las mayorías.
Escriben, entre 19 autores, los Diputados Abrahám Saroné y Daniel Sibaja con temas relevantes: Educación y Participación Ciudadana , respectivamente, que mostramos la realidad objetiva que vive nuestro Estado, con información oficial, datos duros e irrebatibles, más allá de la retórica y el discurso vacío.
La apuesta es “construir un Estado diferente. Justo, progresista, sostenible y humano.” A partir de un diagnóstico claro de los grandes problemas para identificar los caminos que pueden conducir al mejoramiento de nuestras condiciones de vida. Es para precisar la deuda de los gobiernos hasta la fecha que tienen con el pueblo mexiquense, no sólo la deuda financiera, que pueda sonar cuantiosa, porque la deuda en infraestructura es mucho mayor, como la que se tiene con el desarrollo justo y el bienestar de todos.
Vivimos en una entidad con poco más de 17 millones de personas, con más de 9 millones pobres y 1.5 millones en pobreza extrema, que sufren de hambre, de rezago educativo, de carencia de servicios de salud, ni servicios básicos de vivienda. Concentración de las decisiones principales en Toluca y abandono en el Valle de México, donde vivimos la inmensa mayoría.
Se ha ofrecido una y mil veces seguridad, y al final de cada sexenio, la inseguridad ha crecido al lado de la impunidad, triste primer lugar de violencia contra las mujeres, 11,000 desaparecidos que han dejado a familias angustiadas. Sin contar, entre otras, la deuda en vialidades en el Valle de México, de falta de transporte que en los traslados acaba con la vida de millones de trabajadores y estudiantes. Deuda que aumenta sin que nadie resulte responsable.