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La diputada Connie Herrera defiende la autonomía de la UAQ

por Redacción DC
29-08-2020

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En Querétaro Independiente tenemos la convicción de que las universidades, como formadoras de ciudadanos, tienen que ser autónomos en la conformación de su estructura directiva. 

Como promotores de la participación ciudadana en la toma de decisiones, vemos con preocupación que no se haya considerado a la comunidad universitaria. 

 El respeto a las instituciones es fundamental para el sano desarrollo de una sociedad, por ello, es que desde el Poder Legislativo del estado de Querétaro refrendamos nuestro respeto a la autonomía de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), aseguró la diputada y presidenta de la Mesa Directiva en la LIX Legislatura del estado de Querétaro, Connie Herrera. 

 “El respeto a las instituciones es fundamental, pero con mayor énfasis cuando se trata de entes autónomos, en los que el respeto a la voz de sus integrantes; asegura el éxito de la aceptación, operatividad y efectividad de la norma”, señaló. 

 Hace unos días se presentó en la Oficialía de Partes del Poder Legislativo una iniciativa para reformar la Ley Orgánica de la UAQ y, con ello, quitar candados en los topes de edad para asumir el cargo de la rectoría, facultades y órganos de la institución universitaria, argumentando que dichas limitantes discriminan a diversos sectores de la comunidad estudiantil.  

 En la fracción de Querétaro Independiente (QI), el partido de la gente, refrendamos nuestra convicción de que las universidades, como formadoras de ciudadanos, tienen que ser autónomos e independientes en la conformación de su estructura operativa y administrativa, así como de las leyes que las rigen, y apoyarse de los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial para fortalecerse.  

 “La Universidad, al gozar de autonomía, debe ser partícipe y corresponsable de la conformación de su estructura directiva, administrativa y operativa, derivada de su legislación, para lo cual debe encontrar respaldo en las funciones constitucionales de los poderes del Estado”, sostuvo la diputada. 

Como promotores de la participación ciudadana en la toma de decisiones, dijo, vemos con preocupación que no se haya considerado a las y los integrantes de la comunidad universitaria, con quienes se debe trabajar de la mano para actualizar y fortalecer algo tan importante como lo es la Ley Orgánica de la universidad. 

 “De ahí la preocupación de que no se tome en cuenta la voz de la comunidad universitaria, de las y los universitarios en tan trascendentes decisiones, por ejemplo, el perfil de sus mandos altos. Con quienes, en temas que les atañen, se insiste, se debe caminar de la mano para llegar a buen destino. Por ejemplo, la ley orgánica que les rige”, comentó. 

Por ello, el llamado es al respeto e integración de la comunidad universitaria, para construir juntos instituciones fuertes y sólidas para avanzar en la normalización, en nuestro entorno, de la participación ciudadana en la toma de decisiones. 

Si bien el tema que motiva la iniciativa de comento pudiera circunscribirse solamente a una cuestión de discriminación en torno a los adultos mayores, es decir, al impedimento para que los cargos de rector o directores de la máxima casa de estudios estatal, recaigan en personas de más de sesenta años.

Lo cierto es que, en opinión de quien hace uso de la voz, ello guarda relación con la autonomía universitaria.

En efecto, es un tema que tiene que ver con la facultad que tiene la Universidad para gobernarse a sí misma.

Se trata de una propuesta de modificación que incide directamente en su estructura, en el perfil de aspirantes que habrán de representar a las instituciones.

Es pues, un aspecto fundamental de la vida universitaria, de sus autoridades, que guarda relación con su estructura orgánica.

Y en este punto, es justo donde cobra relevancia el concepto de participación ciudadana.

Que en el particular incide en que, para sustentar y a su vez justificar la propuesta, no se ha tomado en consideración la opinión de la comunidad universitaria.

De ahí, la preocupación de que no se tome en cuenta la voz de la comunidad universitaria, de las y los universitarios, en tan trascendentes decisiones, por ejemplo, el perfil de sus mandos altos.

Con quienes, en temas que les atañen, se insiste, se debe caminar de la mano para llegar a buen destino. Por ejemplo la ley orgánica que les rige.