Por. Alejandro Gamboa
La Doctrina del Shock, un concepto presentado por la autora Naomi Klein en su libro homónimo, es una teoría que arroja luz sobre cómo los desastres, ya sean naturales o provocados por el hombre, son aprovechados para implementar cambios políticos y económicos radicales en sociedades que de otro modo serían reacias a adoptar políticas de capitalismo extremo. Esta teoría se basa en la observación de casos reales donde después de un evento traumático, como el tsunami que devastó la costa asiática en 2004, se han implementado políticas de privatización y desregulación que benefician a los intereses corporativos y debilitan el tejido social.
El documental basado en el libro de Klein, dirigido por Michael Winterbottom y Mat Whitecross, junto con la misma autora, presenta una narrativa impactante que examina cómo las élites políticas y económicas han utilizado tácticas de shock para avanzar en su agenda neoliberal. A través de la explotación de situaciones de crisis, como la imposición de terapias de electroshock a víctimas sin nombre en siniestros experimentos clínicos o la instauración de dictaduras en América del Sur con la complicidad de Estados Unidos, se ha buscado imponer un modelo económico basado en la desregulación y la privatización.
El corazón de la Doctrina del Shock radica en la aplicación de políticas económicas de la Escuela de Chicago, promovidas por el economista Milton Friedman y respaldadas por acciones encubiertas de la CIA. Estas políticas, centradas en la desregulación total de los mercados y la privatización de los servicios públicos, han llevado a la concentración extrema de la riqueza en manos de una élite, mientras que las masas sufren las consecuencias de la pobreza y la desigualdad. El documental expone cómo esta ideología neoliberal se ha extendido por todo el mundo, sembrando el caos y la violencia en países como Rusia, Polonia, Chile,
Sudáfrica y el Medio Oriente. A través de la manipulación de crisis económicas y políticas, se ha impuesto un modelo que beneficia a unos pocos privilegiados mientras que deja a la mayoría de la población en condiciones precarias. Figuras políticas como Margaret Thatcher, Ronald Reagan y Augusto Pinochet, entre otros, son señaladas como responsables de implementar estas políticas devastadoras que han generado sufrimiento y desigualdad en todo el mundo.
Además, se destaca la complicidad de grandes corporaciones empresariales que han promovido sus propios intereses a expensas del bienestar de la sociedad. Sin embargo, el documental también ofrece una mirada esperanzadora al resaltar la resistencia y la lucha de los movimientos sociales y políticos que se oponen a estas políticas destructivas. Propone la necesidad de una mayor conciencia y acción colectiva para desafiar el poder de las élites y construir un mundo más justo y equitativo.