El rincón del giróvago…
La ética
en el periodismo Latinoamericano, premisa fundamental para la defensa de la democracia
en América Latina.
Por Alejandro Gamboa C.
El periodismo en América
Latina se enfrenta a desafíos únicos debido a los contextos políticos, sociales
y económicos de la región. La ética periodística emerge como un elemento
esencial no solo para garantizar la calidad de la información, sino también para
proteger la libertad de expresión y promover la democracia.
Primero, la ética periodística
es el conjunto de principios y normas que guían la conducta de los periodistas
en su ejercicio profesional. Su importancia radica en que el periodismo, como
una de las principales fuentes de información para el público, tiene un impacto
significativo en la formación de la opinión pública y en la defensa de los
derechos humanos y la democracia.
En este contexto, la ética no
es solo un conjunto de reglas abstractas, sino una práctica que debe estar ligada
a la búsqueda de la verdad y al compromiso con la sociedad.
Uno de los pilares
fundamentales de la ética en el periodismo es la veracidad. Los periodistas
tienen la responsabilidad de investigar, corroborar y presentar los hechos de
manera precisa y honesta. En el contexto latinoamericano, donde la
desinformación y la manipulación mediática son prácticas comunes en algunos
sectores, la veracidad se convierte en un baluarte contra la distorsión de la
realidad y la perpetuación de narrativas que pueden dañar el tejido social.
El periodismo en América
Latina enfrenta desafíos particulares que ponen a prueba la ética de los
profesionales de la comunicación. Éstos incluyen la represión política, la
violencia contra periodistas, la precariedad económica de los medios, y el uso
de la publicidad como herramienta de control ya sea por la autoridad oficial ,
o bien, de intereses privados con capacidad económica.
En muchos países de la región,
los periodistas son víctimas de amenazas, acoso y, en los casos más extremos,
asesinatos, simplemente por cumplir con su deber de informar.
En este contexto, la ética no
solo implica un compromiso con la veracidad, sino también con la valentía y la
resiliencia. Los periodistas deben ser conscientes de su papel como defensores
de la verdad, incluso cuando esto implique riesgos personales y profesionales.
La independencia es otro
principio ético crucial. Los periodistas deben resistir las presiones de
actores políticos y económicos que buscan influir en la cobertura mediática
para favorecer sus propios intereses.
El rol de las redes sociales. Las
redes sociales han transformado el panorama mediático, ofreciendo nuevas
oportunidades para el periodismo independiente, pero también planteando nuevos
desafíos éticos. Por un lado, estas plataformas permiten a los periodistas
difundir información de manera rápida y llegar a audiencias más amplias. Por
otro lado, la inmediatez y la falta de regulación en las redes sociales
facilitan la propagación de noticias falsas y la manipulación de la
información. Asimismo, la monetización de redes como YouTube depende de que el
contenido sea “adecuado” a la terminología, condiciones o requisitos de la
misma red social y, además, de que el contenido agrade a la mayor cantidad de
público posible.
En este sentido, la ética
periodística se enfrenta al desafío de adaptarse a las nuevas tecnologías sin
perder su esencia.
Los periodistas deben utilizar
las redes sociales con responsabilidad, asegurándose de verificar la
información antes de publicarla y evitando contribuir a la desinformación.
Además, deben ser transparentes en cuanto a sus fuentes y métodos, lo que refuerza
la credibilidad de su trabajo en un entorno donde la confianza en los medios
tradicionales está en declive.
La Deontología Periodística. El
concepto de deontología periodística se refiere a las obligaciones éticas y
morales que deben guiar la práctica del periodismo. Estas obligaciones incluyen
la responsabilidad social, la imparcialidad, y la defensa de los derechos
humanos. En América Latina, donde los periodistas a menudo operan en entornos
de alta conflictividad social y política, la deontología se convierte en una
brújula moral que les ayuda a navegar situaciones complejas.
Uno de los aspectos más
destacados de la deontología es la obligación del periodista de priorizar el
bien común sobre los intereses personales o corporativos. Esto implica un
compromiso con la verdad, incluso cuando esta es incómoda para quienes ostentan
el poder (político o económico, por ejemplo).
La ética periodística, en este
sentido, es un acto de resistencia contra la corrupción, la impunidad y la
manipulación mediática.
Subrayo: los periodistas no
deben ser solo observadores pasivos de la realidad, sino actores activos que
contribuyen al fortalecimiento de la democracia y los derechos humanos. Esto
requiere no solo habilidad técnica y profesional, sino también un profundo
sentido de la responsabilidad ética.
El periodismo independiente juega
un papel relevante en la defensa de la libertad de expresión y la democracia en
América Latina. Sin embargo, los periodistas independientes a menudo enfrentan
mayores riesgos y presiones que aquellos que trabajan en medios establecidos.
La ética periodística es, en este contexto, una herramienta que puede
garantizar que el periodismo independiente mantenga su integridad y
credibilidad.
AL final, la ética debe ser el
fundamento del periodismo independiente, especialmente en un entorno donde la
desinformación y la manipulación son comunes. Los periodistas independientes
deben adherirse a los principios éticos con más rigor, dado que su credibilidad
depende en gran medida de su capacidad para ofrecer una cobertura veraz e
imparcial.
Además, el periodismo
independiente tiene la responsabilidad de ser un contrapoder frente a los
abusos de los gobiernos, las grandes corporaciones o sectores empresariales u
otros factores de poder. Esto requiere un compromiso ético que va más allá de
la simple observancia de normas deontológicas, implicando una vocación
por la justicia social y la defensa de los derechos de las comunidades más
vulnerables.
Deberemos seguir abriendo la
conversación sobre la ética en el periodismo, donde la libertad de prensa y la
verdad están constantemente bajo amenaza. Los periodistas, ya sean
independientes o parte de grandes medios, deben actuar con un profundo sentido
de responsabilidad ética para garantizar que su trabajo contribuya al bien
común y no se convierta en una herramienta de manipulación o control. Algo
difícil, pero no imposible.