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La Frigidez

por Redacción
16-10-2021

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l término frigidez se utilizó de forma indiscriminada como diagnóstico incapacitante en las mujeres que no sentían placer en sus relaciones sexuales. Provocando así una dañina idea: «Algo malo les pasaba a las mujeres» si no “podían” disfrutar del orgasmo vaginal o coito.

Etimología: La palabra frigidez, que se aplica preferentemente a la frialdad y al goce sexual,  es un derivado con sufijo de cualidad –ez  (procedente del latino ities/icies) a partir del adjetivo culto frígido/a, que viene del latín frigidus (frío).  

Es un término arcaico que se utilizaba despectivamente durante la primera mitad del siglo XX. Hoy en día, intentamos utilizar términos que no dañen tanto la autoestima. Como falta de deseo o apatía sexual e incluso anafrodisia. En mi experiencia como profesional la he desmontado en varias ocasiones en consulta. Y me he alarmado cuando la he vuelto a escuchar en alguno de los contextos sociales y profesionales actuales.

La mujer frígida

El concepto de frigidez fue definido como una disfunción sexual propia de las mujeres que consiste en la incapacidad de una mujer para experimentar placer sexual y llegar al orgasmo. Fue introducido en el lenguaje médico, por el señor Freud, padre del psicoanálisis y  la psicología moderna. A pesar de la gran labor científica que nos dejó,  también es cierto, que en aquella época las mujeres no teníamos ni voz ni voto. Y menos en el ámbito sexual.  Por lo que muchos hombres científicos y médicos a lo largo de la historia, han cometido errores muy graves para la salud sexual de las mujeres.

No lo culpo, ya que era lo “normal” pensar así. Arrastraba una castrante y moralizante educación de la época. Como anécdota, existe un dicho popular que dice así: “No hay mujeres frígidas, si no malos amantes” que pretendía rebelarse en contra de estas ideas vigentes desde principios del siglo XX.

Coito vaginal vs coito clitoriano

Sigmund Freud postuló que existen dos tipos de orgasmo: el clitoriano, propio de una mujer sexualmente inmadura; y el orgasmo vaginal, propio de una mujer madura y desarrollada sexualmente. Y la idea de que la penetración vaginal es la práctica por excelencia para el placer sexual de las mujeres ha permanecido vigente hasta nuestros días.

Con estas premisas falsas, Freud, el padre del psicoanálisis, dejó a su paso infinidad  de mujeres que, al no disfrutar del coito vaginal, eran consideradas frígidas. Esta idea sigue muy vigente en la actualidad. El concepto frigidez lo he escuchado sobre todo en mujeres de mediana edad hacia arriba.  Hasta tal tal punto ha llegado a patologizarse algo que es usual:  que la gran mayoría de mujeres no experimenten placer al ser penetradas vaginalmente.