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La guerra arancelaria entre Sheinbaum y Trump

por Karla Pulido
09-12-2024

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El presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, ha comenzado por adelantando la parte política de su gobierno sin esperar a su toma de posesión en enero del próximo año. Y ha comenzado fuerte, amenazando a México y Canadá con imponer un arancel del 25% a las importaciones que provengan de ambos países, demandando el control de la migración ilegal, así como el tráfico de drogas.

La retórica amenazante de Donald Trump la vivimos durante su primer mandato presidencial, donde la presión del republicano, y el efecto de sus aranceles, se tradujo en que el Gobierno mexicano implementara cercos policiales y militares para las caravanas de migrantes en nuestra frontera sur, además de impedir el tránsito por nuestro país. Las tragedias no se hicieron esperar, incluyendo el incendio en una estación migratoria en el norte, que finalmente no tuvo consecuencias para el entonces director del Instituto Nacional de Migración, pero sí dejó varias víctimas.

Ahora la lógica parece similar, pero con diferencias sustantivas. Primero, que el presidente Trump está demandando la contención del tráfico de drogas y la migración ilegal, a cambio de permitir el libre paso de productos. En segundo lugar, la discusión se enmarca en el contexto de la revisión del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, México y Canadá, donde nuestros vecinos han sugerido que la importación de productos chinos en nuestro país afecta el comercio trilateral.

Y el tercer punto es que la lógica radical e incendiaria de Trump ahora no se enfrenta a controles institucionales, sino que se encuentra libre para hacer y deshacer a voluntad tras el incremento de la migración ilegal, el incremento en el uso del fentanilo entre la población estadounidense, y la aproximación del gobierno mexicano al gobierno chino.

La respuesta mexicana fue en los mismos términos retóricos, advirtiendo que también se podría responder con aranceles a las importaciones estadounidenses, y que una guerra de aranceles sería contraproducente para la economía de ambos países. Los datos no mienten: casi el 80% de las exportaciones mexicanas de bienes en 2023 fueron hacia Estados Unidos. Los principales afectados en primera instancia serían los consumidores, al ver encarecidos o limitados los productos que usualmente consumen. 

La respuesta canadiense fue distinta. El primer ministro Justin Trudeau optó por visitar al propio Trump en su residencia en Florida, donde le hizo ver que la frontera insegura estaba en México, no en Canadá, y destacó los antecedentes como aliados.

La presidenta Claudia Sheinbaum tuvo que buscar una llamada telefónica días después, de donde se han filtrado dos versiones: la mexicana, donde Sheinbaum y Trump acordaron atender las causas del consumo de drogas y la migración, y la estadounidense, donde Trump convención a Sheinbaum de cerrar la frontera a la migración y endurecer las políticas de drogas.

En cualquier caso, no parece claro si los aranceles del 25% a las importaciones mexicanas sucederán el 20 de enero, o no. La forma de gobernar del presidente Trump se basa en las órdenes ejecutivas, por lo que la posibilidad sigue latente y es alta hasta que se confirme públicamente lo contrario. Una guerra arancelaria es un problema político, por lo que sus consecuencias serán entendidas en dichos términos, aunque los bolsillos de productores y consumidores sean los más afectados en el proceso.