El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, admitió que su país enfrenta una escasez de alimentos que atribuyó al tifón y las inundaciones del año pasado, pocos meses después de advertir a los norcoreanos sobre una crisis potencial inminente.
Kim dijo en la reunión plenaria del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte que la nación estaba experimentando una «situación alimentaria tensa», informó el miércoles la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA).
El país reservado se ha aislado del resto del mundo aún más durante la pandemia. En declaraciones el martes, Kim dijo que las condiciones y el entorno que enfrenta Corea del Norte «han empeorado al entrar este año», a pesar de que su economía, en general, ha mostrado una mejora.
Kim no reveló la magnitud de la escasez, pero parece ser grave. En abril, KCNA informó que Kim instó a la gente a emprender otra «Marcha Ardua», mientras se dirigía a una reunión política de alto nivel.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO) ha estimado que a Corea del Norte le faltan unas
860.000 toneladas de alimentos, suficiente para poco más de dos meses de
suministros.