
La llegada de la pandemia Covid-19 golpeó de manera más fuerte a países con amplias brechas de desigualdad y altos niveles de pobreza, como México.
Durante los años recientes, las políticas de desarrollo social lograron reducir la pobreza de manera importante, pero la crisis borró gran parte de los avances.
En 2016, la pobreza moderada atacaba al 36.0% de los mexicanos, para 2018 logró bajar a 34.9%, pero en 2020 cerró tocando la puerta del 35.4% de los habitantes, de acuerdo con cifras del Coneval.
Con la pobreza extrema la tendencia es la misma, al último corte, 8 de cada 100 personas en México no pueden pagar ni siquiera la cesta alimentaria.